El Supremo de Estados Unidos rechaza estudiar el caso de una reclusa trans a la que se le denegó la cirugía de reasignación
El Tribunal Supremo de Estados Unidos vuelve a dar la espalda a la comunidad trans. La última instancia judicial del país, controlada por el sector conservador, ha rechazado admitir a trámite un recurso contra la decisión del estado de Texas de impedir a una reclusa trans someterse a cirugía de reasignación de sexo. Vanessa Lynn Gibson, que lleva en prisión desde 1995 por sendos delitos de agresión y asesinato, ha intentado automutilarse y cometer suicidio en varias ocasiones. El fallo contrasta con otros precedentes favorables.
Gibson, de 41 años, fue condenada en 1995 por una agresión y dos años después, por el asesinato de otra reclusa. Desde los quince años vive de acuerdo a su identidad de género femenina. Los médicos le diagnosticaron disforia de género en 2014, y autorizaron su acceso a un tratamiento hormonal. La legislación de Texas, el estado donde cumple condena, no permite sin embargo las «intervenciones quirúrgicas irreversibles» como sería la cirugía de reasignación de sexo.
La reclusa recurrió a la justicia al considerar que la negativa a autorizar la intervención constituye una forma de castigo cruel e inusual prohibida por la octava enmienda de la Constitución. Gibson ha sufrido una depresión que la ha llevado a intentar tanto automutilarse como cometer suicidio. El Tribunal de Apelaciones del quinto circuito, con sede en Nueva Orleans, rechazó en marzo la demanda de Gibson. El caso llegó hasta el Supremo, cuyos jueces rechazaron este lunes su toma en consideración.
A pesar del revés judicial, existen precedentes en los que los tribunales han dado la razón a personas trans en prisión. En 2015, un juez federal autorizaba la cirugía de reasignación de sexo para Shiloh Quine, meses después que Michelle Norsworthy, otra reclusa trans, obtuviera una orden favorable de un tribunal federal con el mismo objetivo. El estado de California se comprometió además a costear las intervenciones.
Los casos de Quine y Norsworthy contrastan con el de Michelle Kosilek. Aunque un juez de Massachusetts ordenó en 2012 su reasignación de sexo, posteriormente, la Corte de Apelaciones (con sede en Boston) echó marcha atrás alegando «problemas de seguridad», así como una supuesta «fuente de angustia mental» para las reclusas que hubieran sido víctimas de violencia de género, en el momento en el que se le trasladara a un centro penitenciario para mujeres.
Comprendo que muchas puedan sentir angustia, es muy polémico, pero amenazar como hace la tal Vanessa con castrarse si no le sale una sentencia favorable me parece un comportamiento equivocado.
La hija de la víctima de Shiloh Quine dijo esto:
La hija de la víctima de Quine dijo que se opone a que los reclusos reciban una cirugía financiada por los contribuyentes que no está disponible para los no delincuentes, independientemente del costo.
«Mi padre rogó por su vida», dijo Farida Baig, quien intentó sin éxito bloquear la cirugía de Quine a través de los tribunales. “Simplemente me mareó y enfermó. Estoy ayudando a pagar su cirugía; Vivo en California. Es como una bofetada en la cara «.
La automutilacion es algo mas habitual entre transexuales de lo que crees, es consecuencia de la disforia de género.
Y esta claro que esta en la cárcel por algo y es normal que la familia preferiria verla muerta pero los presos también tienen derechos. Ella ya tiene una condena, negarle la operación es una segunda condena.
Efectivamente, como persona transexual, estoy de acuerdo en todo lo que comentas. No voy a decir que la automutilación sea una práctica frecuente entre las personas trans con disforia de género, pero sucede más a menudo de que podría parecer, sobre todo entre mujeres trans sin apoyo y desesperadas (para los hombres trans la automutilación es más bien difícil).
Esta mujer ahora mismo se encuentra doblemente prisionera, por cumplir una condena (algo totalmente justo si cometió delitos), y por vivir en un cuerpo que no se adecúa a lo que ella realmente es. No me cansaré de repetir que los derechos de las personas trans SON DERECHOS HUMANOS, y como tales, no deberían ser negados a nadie, ni siquiera a una presidiaria.
Por cierto, en el artículo se menciona que esta mujer lleva viviendo su verdadera identidad desde los 15 años, pero no dice nada de en qué tipo de cárcel se encuentra confinada (sí lo dice de otros casos). Para una persona trans, esto es más importante de lo que parece. Lo digo porque esta mujer NO debería estar en una cárcel de hombres, puesto que, ante todo, es una MUJER. No permitir que una reclusa trans esté en una cárcel de mujeres es otra manera más de atacar sus derechos, puesto que se le está negando el reconocimiento de su verdadera identidad de género, y por extensión, su derecho a EXISTIR como la persona que realmente es.
Si, dice que la condenaron por matar a una reclusa. O sea que estaba en una cárcel de mujeres.
Cierto. Error mío. Gracias por puntualizarlo, y bravo por la justicia americana en ese sentido.
Si, bravo por meterla en una cárcel de mujeres y matar a una presa… lo que en una cárcel de hombres no se hubiera atrevido a hacer. En teoría en una cárcel de mujeres solo habría que meter transexuales ya operados y sin delitos sexuales porque sino pasa esto:
Condenan a cadena perpetua al violador que se declaró transgénero y fue recluido en una cárcel de mujeres donde abusó de las presas.
Karen White estaba en detención preventiva por tres violaciones que había perpetrado como hombre, cuando se llamaba Stephen Wood.
los pocos días de su encarcelamiento, sin embargo, se aprovechó de su cercanía a las reclusas para asaltarlas sexualmente.
El caso ha abierto un debate en Reino Unido, de si de debe transferir a las personas transgénero de cárcel. Mientras que asociaciones en defensa de los derechos de las personas transexuales y transgénero defienden el derecho de estas de estar en el lugar correspondiente con su género, otras mujeres argumentan que esta situación pone en riesgo a muchas presas vulnerables.
Qué se hace cuando una presa comete un delito contra sus compañeras? Pues lo que se haga en esos casos, se ha de hacer con todas. Lo demás sería un castigo extra por ser transexual.
Además se pueden plantear varios problemas como el que una mujer transexual no operada pero con el resto de características femeninas esté en una cárcel de hombres. Aparte del legal, pues cuando la ley te reconoce con un género no puede tratarte como el género opuesto.
No puedo responder a Pepe porque su comentario es una respuesta al mío. En cualquier caso, no sé hasta qué punto esta persona se ha dado cuenta de que sus argumentos son los MISMOS que utiliza la extrema derecha y las TERF para atacarnos a las personas transexuales y transgénero. No me cansaré de repetirlo: las mujeres trans son MUJERES, y los hombres trans somos HOMBRES. Si mandas a una mujer trans a una cárcel diferente a la del resto de mujeres simplemente por ser trans, eso es TRANSFOBIA. La mayoría de mujeres trans NO son violadoras, ni siquiera las que tiene pene.
Para que veáis lo absurdo del problema, os podré un ejemplo. ¿Acaso los hombres gays o bi con pene (matizo esto último porque también existen hombres gays o bi nacidos con vulva) deberían ir a una cárcel distinta a la del resto de hombres por si violan a alguno de sus compañeros reclusos? Yo digo que NO.
Si tienes antecedes por violación, deberán tratarte como a cualquier otra persona con dichos antecedentes. Pero lo vuelvo a repetir, ese trato diferente debería darse por ser violador o violadora, NO por ser trans, ni por ser gay, ni por tener pene.
En cualquier caso, ser simplemente mujer trans con pene, o ser LGTBI+ en general NO te convierte en potencial violadora, violador o violadore. Parece mentira que esto tenga que recordarlo aquí. Me entristece ver cómo en una página LGTBI+ sigue habiendo tanto desconocimiento y falta de empatía hacia las personas trans.
Me he dado cuenta de una errata en «pondré», pero el mensaje se entiende, y eso es lo importante.