PSOE y Unidas Podemos presentan un programa conjunto de gobierno que incluye la aprobación de una ley trans
Este lunes, 30 de diciembre, Pedro Sánchez (PSOE) y Pablo Iglesias (Unidas Podemos) hacían público el programa del que será primer gobierno de coalición de la historia democrática española, siempre que finalmente el líder del PSOE consiga la confianza del Congreso de los Diputados en la sesión de investidura que previsiblemente tendrá lugar ya pasado el Año Nuevo. En él, encontramos compromisos importantes cara al avance de los derechos LGTBI en España, después de casi una década de parálisis legislativa en este terreno.
Las medidas más significativas se enumeran en el apartado 5.12 del documento, que reproducimos literalmente:
5.12.- Un País Orgulloso de su Diversidad.
Impulsaremos la aprobación de un paquete de medidas en favor de la igualdad de trato, la no discriminación y la valoración positiva de la diversidad:
- Aprobaremos una Ley Integral para la Igualdad de Trato y la no Discriminación.
- Aprobaremos una Ley contra la Discriminación de las Personas LGBTI, incluyendo la prohibición a nivel nacional de las llamadas terapias de reversión.
- Una Ley trans que trabaje de forma efectiva para erradicar todas las formas de discriminación hacia las personas trans en todos los ámbitos.
- Combatiremos la discriminación de las personas LGBTI en el deporte.
- Adoptaremos políticas públicas orientadas a mejorar el acceso y la permanencia en la educación y en el empleo de la población gitana.
- Impulsaremos y fortaleceremos un marco integral legislativo y político que erradique los discursos y los delitos de odio para garantizar la protección de los derechos y libertades de todas las personas, con independencia de sus circunstancias personales o sociales, y con especial atención sobre grupos de especial protección.
- Garantizaremos el acceso a la justicia y la reparación de los derechos de las víctimas, así como la aplicación efectiva de la Ley del Estatuto de la Víctima, e impulsaremos la formación de todos los operadores jurídicos, administrativos y sociales que intervienen en la respuesta ante estas vulneraciones de derechos humanos.
- Seguiremos avanzando en la consolidación del Pacto Social por el Sida, puesto en marcha en noviembre de 2018, impulsado desde el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social y consensuado con los agentes sociales e institucionales y que incluye medidas para garantizar la igualdad de trato, la no discriminación y los plenos derechos de las personas afectadas.
Creemos importante destacar, además de la intención de aprobar una ley contra la discriminación de las personas LGTBI, que estaba presente en los programas de ambas formaciones y que se daba por descontada, la promesa de aprobar una ley trans específica, algo que no contemplaba el programa del PSOE (sí el de Unidas Podemos). Confiemos en que dicha ley mantenga el espíritu con el que Unidas Podemos la incluyó ya el pasado mes de abril en su programa, incluyendo el derecho a la libre determinación de la identidad y expresión de género y la garantía de acceso voluntario a un acompañamiento sanitario profesional bajo criterios no patologizantes. Y, por supuesto, que no deje de lado a los niños y niñas trans.
También consideramos fundamental, en el apartado educativo (el 2.1), la promesa de «potenciar la educación afectivo-sexual dentro del sistema educativo, conforme a un enfoque de derechos, de igualdad y libertad». Confiemos en que dicha promesa se articule en la legislación estatal de forma que retrocesos como el «PIN parental», que los gobiernos regionales de derecha están promoviendo en comunidades como Murcia y Andalucía, queden invalidados.
Urge recuperar el terreno perdido
Desde dosmanzanas celebramos estas promesas que esperamos se hagan realidad de la forma más rápida posible. Es urgente recuperar el terreno perdido después de que durante la legislatura 2016-2019, ya sin mayoría absoluta del Partido Popular, encallasen dos iniciativas que resultaban fundamentales para aumentar la protección contra la discriminación del colectivo LGTBI, en general, y de las personas trans, en particular. Por un lado, la proposición socialista para reformar la ley 3/2007 de identidad de género, registrada en febrero de 2017, que eliminaba la necesidad de un diagnóstico de «disforia de género» para proceder a la rectificación registral y facilitaba el acceso a esta de las personas extranjeras y de los menores transexuales (sin necesidad de intervención judicial). Por otro, la ambiciosa proposición de ley de igualdad y no discriminación de las personas LGTBI registrada en mayo de 2017 por el grupo parlamentario confederal de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea tras más de un año de trabajo en su elaboración por parte de la FELGTB.
Los responsables del fracaso fueron, en primer lugar, PP y Ciudadanos, los dos partidos que controlaron durante aquella legislatura la Mesa del Congreso y que dispusieron de una amplia capacidad de condicionar el calendario legislativo. Las sucesivas ampliaciones del plazo de presentación de enmiendas, triquiñuela que ambos partidos utilizaron para mantener durante meses el bloqueo, retrasaron hasta febrero de 2018 el inicio real de la discusión parlamentaria. Pero el fracaso tuvo más responsables, por acción y por omisión. Una vez iniciada la discusión de la ley de igualdad LGTBI, por ejemplo, no podemos dejar de señalar como un sector del PSOE actuó como freno en la Comisión de Igualdad al avance de la ley de igualdad LGTBI tal y como fue concebida por el activismo. La propia FELGTB llegó a denunciar entonces la eliminación de buena parte del articulado relativo a los derechos de las personas trans. «No vamos a aplaudir una legislación que no reconozca derechos fundamentales, como el de autodeterminación, para una parte de nuestro colectivo», aseguraba entonces su presidenta, Uge Sangil.
Aquello ya es historia. Desde entonces se han celebrado dos elecciones generales más, sin que haya sido posible salir de la parálisis política. Ahora parece que por fin el engranaje se pone de nuevo en marcha. Estaremos atentos a la letra pequeña de los textos propuestos y a la evolución de las discusiones, especialmente al no explicitarse en el programa conjunto PSOE-Unidas Podemos que las leyes LGTBI y trans serán acordadas con el activismo. Un activismo que no debe bajar la guardia muy especialmente ante los enemigos de los derechos de las personas trans, sean en forma de reacción ultraconservadora, sean en forma de supuestas reivindicaciones «feministas» transexcluyentes.
El tono del punto 7.7 es una mala noticia. Cuando uno se empieza a convertir en enemigo de todo el mundo… malo…
Estoy a favor de la gestación subrogada. Lo malo es que el único partido que la defiende está fomentando el acoso escolar contra los menores LGBTI en dos comunidades donde gobiernan.
En parte, estoy de acuerdo con lo que comentas.
Parece un tema tabú, incluso dentro de la comunidad LGTBI+, pero creo que el tema de la gestación subrogada debería debatirse, hablar de supuestos, y no simplemente prohibir.
Yo personalmente no defiendo pagar a una persona para que se quede embarazada (¡o embarazadO, que algunos hombres también pueden!), pero creo que los bebés que han sido concebidos de esta forma en otros países debería poder ser inscritos aquí si sus progenitores (biológicos o adoptivos) son españoles, porque esas pobres criaturas NO pueden quedarse en el limbo, aunque en España no sea legal. Incluso aunque no estés a favor de la gestación subrogada y creas que esos padres han cometido un error, no deberías dejar que sus hijos e hijas paguen por algo que han hecho sus familias.
Luego está el tema de las personas trans, del que casi NADIE habla. Ahora mismo, en la Comunidad de Madrid (creo que hasta ahora es la única que lo permite) un hombre trans que no esté operado de genitales puede congelar sus óvulos por la Seguridad Social, PERO…
1. Sólo lo puedes hacer si quieres guardar esos óvulos para quedarte embarazo tú mismo, algo que es un sinsentido porque, no todos, pero sí muchos de los hombres que optan por este procedimiento lo hacen para que OTRA PERSONA (generalmente su pareja, si es un mujer que no es trans) se quede embarazada mediante la técnica ROPA.
2. Puedes congelar tus óvulos para otra persona siempre que estés casado (me parece que también vale la pareja de hecho) EN EL MOMENTO DE CONGELARLOS. De nuevo, un sinsentido, ya que muchos chicos quieren congelar sus óvulos antes de iniciar el tratamiento hormonal, pero a su vez, cada vez más hombres inician el tratamiento siendo bastante jóvenes, con 18, 19, 20 años, y a esas edades muchos NO piensan en casarse (bastante tienen con transitar, con la disforia de género, con la transfobia…).
¿Por qué digo esto? Pues porque si quieres congelar tus óvulos para que EN UN FUTURO, TU FUTURA ESPOSA MUJER CIS (esa que todavía no tienes, pero que podrías tener) se quede embarazada de ti por la técnica ROPA, eso se consideraría… ¡GESTACIÓN SUBROGADA! ¡AUNQUE LA EMBARAZADA SEA TU PROPIA ESPOSA!
Por no hablar de que, al negársenos la posibilidad de congelar nuestros óvulos, a los hombres trans con disforia de género hacia nuestros genitales se nos obliga a elegir entre dejar de sufrir o quedarnos estériles.
Entiendo que enfoquéis el asunto de la investidura sobre el tema LGTBI, pero lo que ha sucedido no invita al optimismo. Sánchez será elegido con un solo voto de diferencia, será dependiente de una ERC imprevisible que defiende la desobediencia civil y apenas tendrá margen de voto -si es que lo tiene. Esto puede acabar como el rosario de la aurora. Espero equivocarme, que la legislatura dure cuatro años, que se hagan políticas progresistas (no populistas – nacionalistas), que no se vulnere la constitución y la unidad del país por un presupuesto. Espero equivocarme…
Es cierto que el nuevo gobierno que surja estará moviéndose en una cuerda floja con la siempre presente amenaza de caer. Tampoco me hace ninguna gracia que hayan cedido ante las presiones de ERC (más yo que soy muy crítico con las desigualdades entre comunidades, que siempre perjudican a las mimas personas), pero a pesar de todo, considero que la otra opción, esa que ya ha llegado al poder en Andalucía, es sin duda mucho PEOR, sobre todo para las personas pertenecientes a colectivos discriminados.
Cuando has sufrido bullying en el instituto, pero todo el mundo lo veía como algo absolutamente normalizado; cuando has tenido que pelear para que la Sanidad Pública reconozca tu derecho a recibir fármacos y operaciones que necesitas; cuando has tenido que hacer horas y horas de viaje (incluso noches de hotel) para llegar a otra comunidad autónoma cada vez que tu médico especialista tiene que hacerte una revisión porque ese servicio no existe en tu comunidad, y por extensión, tampoco existen las personas como tú; cuando has tenido que pelear para que a nivel legal se reconociese tu mera existencia; cuando has escuchado sobre ti y la gente como tú toda clase de comentarios discriminatorios que rozan el delito de odio, y has tenido que callar y agachar la cabeza por miedo; cuando te aterra lo que pueda pasarte en un lavabo público, aunque sea el lavabo que te corresponde por derecho; cuando tienes miedo de que, yendo solo por la calle en plena noche, alguien te reconozca y acabes convirtiéndote en víctima de una paliza o algo peor; cuando no encuentras trabajo o pierdes el que ya tienes debido a una condición personal que no influye en absoluto con tu capacidad para desempeñar dicha labor; cuando piensas que el mero hecho de no perder el trabajo es una suerte para alguien como tú, pero tienes que soportar toda clase de acoso y/o tratos vejatorios en él; cuando se te niega el acceso a determinados puestos o derechos por una mera condición personal; cuando tienes que emigrar a otra comunidad autónoma porque en la tuya, la Ley ni te ampara, ni defiende tus derechos (que son DERECHOS HUMANOS), ni tiene en cuenta que existes siquiera; en resumen, cuando eres transexual o transgénero es imposible no ilusionarse, aunque tan solo sea un poco, al escuchar hablar de una Ley Trans a nivel nacional (sobre todo después de tantos retrasos, y con la amenaza la extrema derecha). En ese momento, todo lo demás pasa para ti a un segundo plano.
Queda demostrado que no sé escribir bien. He vuelto a cometer otra errata. Arriba del todo quise poner «mismas». Menos mal que el mensaje se entiende.