Sanidad actualiza los datos del VIH en España: las nuevas transmisiones apenas descienden y casi la mitad de los diagnósticos siguen siendo tardíos
El Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social ha hecho públicos los datos (actualizados a junio de 2019) sobre vigilancia epidemiológica del VIH/sida, referidos al año 2018 (puedes descargarlos aquí). Se notificaron 3.244 nuevos diagnósticos de VIH, un número muy parecido al de años precedentes. Se estima que la tasa será de 8,65 casos por 100.000 habitantes cuando se haya completado la notificación de todos los diagnósticos. Casi la mitad, el 47,6% de los nuevos diagnósticos, siguen siendo tardíos.
El 85,3% de los nuevos diagnósticos de infección por VIH en 2018 en España se produjeron en hombres. La mediana de edad fue de 36 años. La transmisión en hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres (HSH) sigue siendo la más frecuente, con un 56,4% de los casos, seguida de la transmisión por vía sexual heterosexual (26,7%) y de la que se produce en usuarios de drogas inyectadas (un 3,2%). El término «HSH» se utiliza a menudo cuando se habla de prevención, dado que hay hombres que se relacionan sexualmente con otros hombres pero prefieren no identificarse a sí mismos como gais o bisexuales. El 37,6% de los nuevos diagnósticos de infección por el VIH se realizó en personas originarias de otros países.
Por lo que se refiere al momento en que se produjeron, el 47,6% de los nuevos diagnósticos fueron tardíos, es decir, presentaban ya una cifra de linfocitos CD4 inferior a 350 células/µl en el primer análisis tras el diagnóstico. No está de más recordar, una vez más, que el diagnóstico precoz es clave para poder iniciar tratamiento cuando antes con antirretrovirales y combatir así tanto el desarrollo de la enfermedad como las nuevas transmisiones del virus. Es importante insistir, además, en que cuando una persona con VIH se encuentra en tratamiento y tiene una carga viral indetectable ya no transmite el virus, algo que muchas personas aún desconocen.
Sin comparamos los datos de 2018 con los de 2017, apenas se reflejan cambios. Si en lugar de mirar solo un año se examina todo el periodo 2009-2018, la tendencia global es ligeramente descendente, aunque el mayor descenso se produce en los casos atribuidos a uso de drogas inyectadas y a relaciones heterosexuales. Por lo que se refiere a los hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres hay que diferenciar entre los españoles y los nacidos fuera de España: en los primeros se se observa una tendencia descendente solo a partir de 2015. En los nacidos fuera de España, porcentualmente se observa un descenso entre 2009 y 2015, pero un aumento a partir de este año.
El porcentaje de casos con diagnóstico tardío descendió levemente entre 2009 y 2016, habiéndose mantenido estable después.
CESIDA: hay que mejorar las estrategias de cribado
«La tasa de diagnóstico tardío en España sigue sin descender, así como tampoco desciende el número de nuevos diagnósticos que alcanzará las casi 4.000 nuevas infecciones, tras el retraso de la notificación», ha advertido Ramón Espacio, presidente de la Coordinadora Estatal de VIH y sida (CESIDA). «Tenemos claro que mejorar las estrategias de cribado es una de las acciones clave, para lo cual hay que contar con los centros comunitarios y organizaciones sociales, que tienen la experiencia y el conocimiento para asesorar sobre salud sexual», ha añadido.
Por lo que se refiere a la cobertura de la profilaxis preexposición (PrEP) en el Sistema Nacional de Salud, vigente desde el pasado 1 de noviembre, Espacio considera que el reto es ahora trasladarla «a las distintas comunidades autónomas con sus distintas realidades» y hacerla «cómoda y accesible para las personas candidatas» para que tenga realmente un impacto positivo en la salud pública. Confiemos en que esta medida contribuya a que en los próximos años se produzca por fin una caída significativa de los nuevos diagnósticos, como ha sucedido, por mencionar solo un ejemplo, en estado australiano de Nueva Gales del Sur.
Desde CESIDA también han hecho un llamamiento, con motivo de la conmemoración del Día Mundial del Sida el pasado 1 de diciembre , a continuar luchando contra la discriminación de las personas con VIH. «Las consecuencias del estigma son graves, por un lado, hay miedo a hacerse la prueba del VIH, las personas desconocen su estado serológico. Por otro, se genera aislamiento social, soledad, baja autoestima, crisis de identidad o depresión en aquellas personas diagnosticadas con el VIH», advierten. Según CESIDA, la serofobia lastra la respuesta ante el VIH y está interseccionada con otros prejuicios asociados al género, la pobreza, la orientación sexual e identidad de género, el origen racial o étnico, la edad o a la sexualidad. «Este año queremos poner especial énfasis en las minorías más invisibilizadas del VIH y en todas esas personas, especialmente mujeres, quienes están más expuestas, debido a la desigualdad de género, a sufrir doble o triple estigma: por ser mujer y tener VIH o ser transexual o migrante o tener problemas de salud mental», han reclamado.