Murcia: PP, Ciudadanos y Vox acuerdan que los padres LGTBfobos puedan negarse a que sus hijos asistan a charlas educativas sobre diversidad
Malas noticias las que nos llegan desde la Región de Murcia. PP, Ciudadanos y Vox han llegado a un acuerdo para reforzar a nivel normativo lo que el partido de extrema derecha denomina «PIN parental», es decir, la obligatoriedad de que los alumnos cuenten con permiso expreso de sus padres o tutores para poder asistir a charlas contra la LGTBIfobia. Una medida que lleva meses en vigor, pero a la que ahora se dará mayor cobertura normativa.
Colectivos como No Te Prives vienen impartiendo este tipo de charlas desde hace años, siempre después de que los centros lo soliciten, con objeto de prevenir el acoso por orientación sexual o o identidad de género y fomentar el respeto a la diversidad. En abril de 2018, de hecho, la Consejería de Educación anunciaba que más de 1.300 alumnos recibirían este tipo de formación en el marco de un programa organizado por la propia Consejería en colaboración con No te Prives. Un anuncio que provocó la inmediata movilización del «Foro de la Familia», que consiguió de la consejera la promesa de que la asistencia a estas charlas quedarían supeditadas a la autorización paterna (en su momento nos hicimos eco de ello). La medida no se llegó a implementar formalmente, pero tras las pasadas elecciones autonómicas, en las que el PP, Ciudadanos y Vox conformaron una mayoría parlamentaria que dio el gobierno a una coalición de los dos primeros (Ciudadanos rechazó la opción de conformar una mayoría alternativa con el PSOE) por fin se materializó. En una resolución del pasado mes de agosto de la secretaría general de la Consejería de Educación se ordenaba que todas aquellas actividades complementarias que fuesen a ser impartidas por personas ajenas al claustro de los centros que imparten educación infantil y primaria debían ser comunicadas con antelación a los padres o tutores y estos tenían que dar su autorización expresa.
La decisión del Gobierno murciano fue muy contestada en su momento por la oposición, que destacó que la resolución contravenía el Decreto 198/2014, de 5 de septiembre, por el que se establece el currículo de educación primaria en la Región de Murcia, y que establece que las actividades complementarias son obligatorias, salvo aquellas que se realicen fuera del centro o que precisen de una aportación económica. El sindicato Comisiones Obreras, por su parte, interpuso recurso de alzada contra la resolución. Es por eso que ahora PP, Ciudadanos y Vox han acordado, en el contexto de la negociación de los presupuestos de la región, reforzar la medida a nivel normativo, tal y como ha confirmado el consejero murciano de Presidencia y Hacienda, Javier Celdrán. Todo apunta, según recoge el diario La Verdad, a que la trampa dialéctica que en esta ocasión usarán PP y Ciudadanos para teatralizar su «distancia» con Vox será huir de la expresión «PIN parental», tan del agrado de la extrema derecha y de colectivos ultraconservadores como HazteOír. «Más allá de como lo llamemos, sea ‘pin parental’ o formulario de autorización expresa para actividades complementarias, en lo que sí hay un consenso entre los tres partidos es en que haya libertad por parte de los padres de poder autorizar o no a sus hijos cuando imparte una charla alguien que es ajeno al centro, con independencia de los que se dé», ha declarado Celdrán.
La ley regional contra la LGTBIfobia, papel mojado
Por supuesto, ni la resolución del pasado agosto ni lo que se ha adelantado del acuerdo sobre este punto entre los tres partidos de la derecha murciana menciona en ningún momento las siglas LGTBI, pero a nadie se le oculta que su objeto no es otro que el de desnaturalizar las charlas contra la LGTBIfobia, dando así cumplimiento a las exigencias de Vox.
Se da la curiosa circunstancia de que Murcia aprobó en 2016 una ley regional contra la discriminación por LGTBIfobia (cuyo texto íntegro puedes descargar aquí) que recoge de forma expresa una ambiciosa batería de medidas educativas. «Se integrará la educación en valores de igualdad, diversidad y respeto desde la Educación Infantil hasta la enseñanza obligatoria, explicando la diversidad afectivo sexual desde las edades más tempranas, eliminando los estereotipos de “normalidad” basados en la heterosexualidad como la única orientación sexual válida y admitida, haciendo comprensible para todos las diferencias entre identidad sexual, expresión de género y orientación sexual. Se fomentará la utilización en la escuela de recursos pedagógicos (juguetes, juegos, libros, material audiovisual), que fomenten la igualdad entre todas las personas con independencia de su identidad sexual, orientación sexual y su expresión de género», expresa por ejemplo el artículo 25.2 de dicha norma.
Volvemos a insistir, como venimos haciendo desde que en diciembre de 2018 Vox irrumpiera en el Parlamento andaluz y se convirtiera, apenas un año más tarde, en la tercera fuerza política de España: el problema no es tanto el programa concreto de la formación de extrema derecha (que por el momento no puede imponer en su totalidad) como la consolidación de una agenda marcada por sus demandas. Su blanqueamiento por parte de numerosos medios de comunicación y la actitud de PP y Ciudadanos, que no han tenido el más mínimo impedimento moral a la hora de apoyarse en ellos en diversas comunidades y numerosos ayuntamientos, colocan al colectivo LGTBI, y especialmente a sus grupos más vulnerables (como los menores, en este caso) en una situación complicada. Medidas como el «PIN parental» contribuyen a crear un clima hostil al alumnado LGTBI, hacia los que puedan ser percibidos como pertenecientes al colectivo sin serlo, o a los hijos de parejas homoparentales. También supone el empoderamiento de los elementos más reaccionarios de la comunidad educativa. Confiemos en que desde el Gobierno de España y desde el Congreso de los Diputados se ejerza suficiente contrapeso.
O sea, que a quien mas falta les hace no iran. Bravo a los votantes de ciudadanos.
Primero, esto es una medida de castigo contra los menores LGBTI pues a nadie se le ocurriría legislar en contra de la violencia machista o del racismo en las escuelas. Además el gobierno de Murcia se convertiría en complice del acoso escolar, que puede traer consigo problemas psicológicos, fracaso escolar, y suicidio. Cualquiera que apoye esta medida nos debe considerar seres humanos inferiores, sino no se entiende.
Otro asunto es que ciudadanos parece que no va a apoyar la medida. A nivel estatal están en contra y en el gobierno de Murcia parecen divididos. Espero que finalmente sea así porque más allá de la ideología de cada uno lo importante es que leyes tan lesivas y que atacan a los más vulnerables no salgan adelante.
Yo ya dije en su momento que en el momento que pactara ciudadanos con la derecha iban a vender nuestros derechos a la primera de cambio y ha sido » es que hay que aprobar los presupuestos.. » . Asco.
«charlas educativas»?
orgasmatrón, desarraigo, soledad, individualismo… seremos más fáciles de controlar, de manipular y nunca lucharemos por nada.
enhorabuena por la subvención, los que vienen detrás lo sufrirán.
Si que de momento sin charlas estamos tan bien..poco te han pegado en rl patio del colegio.
¿Fáciles de manipular? Claro, no como lo que defiende Vox, Hazte Oír y sus simpatizantes. Ese tipo de personas fueron las que me hicieron pensar que tenía que borrar de mi cabeza la idea de que era un chico (idea que siempre estuvo ahí, que nadie puso en mi cabeza porque por aquel entonces la sociedad no hablaba de niños trans, ni siquiera de hombres trans), y esforzarme por vivir como una chica. Durante años viví en contra de mi propia naturaleza, de los comportamientos y sentimientos que eran naturales en mí, reprimiendo mi verdadera identidad. ¿Acaso eso no es contra natura?
Si alguien me hubiera explicado lo que es ser transexual, pudiera haberle puesto nombre a eso que me pasaba desde que tuve uso de razón, y me hubiera ahorrado muchísimo sufrimiento. Si a mis compañeros y compañeras alguien les hubiera explicado lo que es ser trans, quizás no hubieran sido tránsfobos y no hubieran hecho bullying por ser un chico trans.
Los alumnos y alumnas que no sean LGTBI+ no se «harán» gays o trans después de una charla LGTBI+. Nadie puede «hacerse» gay o trans porque NO se elige. Pero esas charlas sí puede hacer que dejen de ser homófobos o tránsfobos, y que aquellos alumnos que sí pertenezcan al colectivo puedan entender lo que les pasa.