HazteOír vuelve a cargar contra las charlas contra la LGTBIfobia con concentraciones frente a colegios y un servicio de WhatsApp
La formación ultraconservadora fue expulsada por la Policía Local de las inmediaciones de un colegio en Leganés donde pretendía asustar a los padres con informaciones erróneas sobre los contenidos de diversidad sexual y de género que pueden ser impartidos a sus hijos.
La ultraderecha crecida en el terreno político redobla sus esfuerzos por trasladar su batalla ideológica a los centros escolares con el foco puesto en los menores. Si Vox hace valer su poder nacional y autonómico para imponer sus exigencias a los gobiernos que se mantienen gracias a sus votos (o abstenciones), HazteOír se encarga de caldear el ambiente en los centros educativos y redes sociales.
Tras un inicio de curso en el que HazteOír llevó a cabo un envío masivo de material homófobo y con ataques y mentiras sobre la diversidad sexual y de género, acompañado de formularios del mal llamado «PIN parental» dirigido a centros educativos y AMPAS, ahora la estrategia de la asociación se traslada a la calle y a las redes sociales. En una agenda perfectamente orquestada, HazteOír publicita sus ataques a la libertad de cátedra de los centros escolares en medios impresos conservadores exigiendo que los padres puedan vetar que sus hijos participen en actividades educativas de los mismos y poniendo a su disposición un servicio de WhatsApp para asesorar contra lo que ellos llaman el «adoctrinamiento de género». Una batalla que también han comenzado a llevar a las puertas de los centros educativos. Este ha sido el caso de la concentración a las puertas del colegio público Miguel Hernández de Leganés. Un acto en el que los ultraconservadores pretendían montar una mesa y repartir entre los padres formularios para aplicar el veto parental.
El acto, sin embargo, no fue permitido por la Policía Local, ya que la ordenanza municipal impide el reparto de publicidad en la vía pública sin una autorización previa que nunca recibieron en la formación ultra. Las siete personas que formaban la comitiva tuvieron que conformarse con exhibir carteles a favor del veto y repartir algún formulario aislado. Un formulario que algunos padres rompieron frente a ellos y que, de momento, carece de legalidad alguna en la Comunidad de Madrid, ya que por el momento la medida estrella de la ultraderecha solo está implantada en la Región de Murcia y vagamente planteada en el acuerdo presupuestario entre PP, Ciudadanos y Vox en Andalucía. Medida que contradice a las leyes LGTBI de ambas comunidades, a lo expresado en los apartados de las actividades complementarias en la LOMCE y a las instancias europeas de educación en valores.
Una polémica, la del veto parental, que no más que otro intento de colocar en el centro del debate político y mediático un conflicto que las cifras se encargan de calificar como inexistente. Las denuncias y quejas presentadas pertenecen a miembros de HazteOír y un número residual de padres. De hecho, en la Región de Murcia, única comunidad autónoma en la que está vigente el veto parental, no existía hasta enero ni un solo caso de denuncia o queja por parte de los progenitores. Sin embargo HazteOír ya se encargó de felicitar al Gobierno regional por la implantación de la censura parental que desde hce años venía siendo demandada por los sectores más reaccionarios de la sociedad murciana, representados por ejemplo por el presidente de la Universidad Católica San Antonio, José Luis Mendoza.
Es conveniente recordar que la plataforma de ultraderecha HazteOír es una institución a la que el Ministerio del Interior retiró recientemente su estatus de utilidad pública tras su discurso de odio contra menores trans. Un estatus que, a su vez, había sido concedido por el Gobierno del Partido Popular en 2013.