Robyn y Sharni, primera pareja del mismo sexo que contrae matrimonio en Irlanda del Norte
Casi un mes después de la entrada en vigor del matrimonio igualitario en Irlanda del Norte, este martes se ha celebrado la primera boda entre personas del mismo sexo. Robyn Peoples, de 26 años, y Sharni Edwards, de 27, se han casado legalmente en Carrickfergus, en el condado de Antrim. Su enlace simboliza la consecución del derecho a contraer matrimonio con independencia del sexo de los contrayentes, por fin, en todos los países constituyentes del Reino Unido. Es el resultado de un largo y tortuoso camino lleno de obstáculos y utilización torticera de los acuerdos de paz por parte del LGTBfobo Partido Unionista Democrático (DUP).
El 9 de julio del año pasado, la Cámara de los Comunes aprobaba por una amplia mayoría la legislación que establecía que, de no formarse Gobierno en Irlanda del Norte antes del 21 de octubre, el Ejecutivo británico debería aprobar de inmediato el matrimonio entre personas del mismo sexo en ese territorio. Pasada la medianoche de esa fecha, comenzó el plazo de tres meses otorgado al secretario de Estado para Irlanda del Norte para que ordenara las reformas necesarias que hicieran efectivo el derecho al matrimonio con independencia del sexo de los contrayentes.
Un trabajo que recayó en el conservador Julian Smith, que el 19 de diciembre rubricaba los cambios administrativos que permitieron la entrada definitiva en vigor del matrimonio igualitario el pasado 13 de enero. Desde ese día, las parejas del mismo sexo norirlandesas pueden registrarse para casarse legalmente. Según establece la normativa, pasado un periodo de 28 días desde ese registro se podrá oficiar la ceremonia. Así se cumplía el calendario adelantado por el propio Smith, que el pasado mes de octubre calculó que «a más tardar, los primeros matrimonios civiles entre personas del mismo sexo tendrán lugar en la semana del día de San Valentín de 2020».
Su previsión ha sido correcta, y este martes se ha celebrado el primer enlace al amparo de la nueva regulación. Se trata de la pareja formada por Robyn Peoples, de 26 años, y Sharni Edwards, de 27, residentes en Belfast y que han formalizado su unión en un hotel de Carrickfergus, en el condado de Antrim. La boda ha coincidido con el sexto aniversario de la pareja, que al principio se había registrado para contraer una unión civil y desconocía que se iba a convertir en el primer matrimonio del mismo sexo celebrado en Irlanda del Norte.
Peoples y Edwards se han mostrado encantadas con la coincidencia. «Luchamos tanto tiempo y con tanta fuerza por esta oportunidad de que nos vean como iguales y ahora estamos aquí y es simplemente increíble», afirmó Robyn Peoples. Sharni Edwards añadió que «no era nuestra intención hacer historia, tan solo nos enamoramos». Mientras tanto, en Westminster tenía lugar una ceremonia de agradecimiento a los diputados que votaron a favor de la reforma. En ella participó Sara Canning, la pareja de la periodista y activista Lyra McKee que fue asesinada a tiros por disidentes del IRA en abril del año pasado en Derry. Un crimen que causó una profunda conmoción en el Reino Unido.
El largo camino del matrimonio igualitario en Irlanda del Norte
Hasta este 13 de enero de 2020, Irlanda del Norte era el único territorio del Reino Unido en el que las parejas del mismo sexo no podían casarse legalmente. Lo era además después de que su Asamblea hubiera votado y rechazado la aprobación del matrimonio igualitario cinco veces consecutivas. En la última votación, que tuvo lugar en noviembre de 2015, los partidarios de la igualdad para las personas LGTB lograron ser por primera vez mayoritarios, pero el DUP (conservador y de filiación unionista protestante) de la entonces primera ministra Arlene Foster invocó el procedimiento agravado conocido como petition of concern para lograr que la proposición de ley fuera finalmente rechazada.
La petition of concern fue concebida durante los acuerdos de paz de 1988, con la idea de que cualquier legislación sobre determinados temas sensibles obtuviera un respaldo suficiente de los dos sectores, el nacionalista irlandés y el unionista. Las propuestas que se tramiten por este método deben alcanzar un 60% de los votos de toda la Asamblea, y al menos un 40% en cada uno de los bandos. La petition of concern debe ser solicitada por un mínimo de 30 representantes, una marca que el DUP siempre había superado por sí solo, hasta las últimas elecciones, celebradas en enero de 2017, en que solo logró 28 representantes.
Esta pérdida de la capacidad de veto había despertado la esperanza de que el matrimonio igualitario pudiera ser finalmente aprobado en la nueva legislatura, pero la falta de acuerdos para la formación de Gobierno y la paralización efectiva de la Asamblea lo hicieron imposible. Además, la vía judicial quedó cerrada tras el rechazo por parte del Alto Tribunal de Belfast a las demandas de tres parejas del mismo sexo.
Hubo un primer intento de que fuera el Parlamento británico quien finalmente deshiciera el bloqueo a la igualdad de derechos de la parejas del mismo sexo, con la aprobación por la Cámara de los Comunes en octubre de 2018, de una enmienda que consideraba el matrimonio igualitario como un derecho fundamental para que fuera tenido en cuenta por los funcionarios de Irlanda del Norte. Sin embargo, a efectos prácticos no tuvo alcance alguno.
Dada la situación de falta de acuerdos para formar Gobierno, el Parlamento británico creó el pasado 2019 una serie de leyes de «Ejercicio de funciones» para dotar de cierta gobernabilidad al territorio. Aprovechando la situación, el diputado laborista Conor McGuinn presentó una enmienda a ese conjunto de leyes para obligar al Gobierno británico a aprobar el matrimonio igualitario en el caso de que persistiese esa falta de poder ejecutivo en Irlanda del Norte. Como se ha explicado más arriba, la medida salió adelante en julio de 2019, desencadenando el proceso que ha culminado ahora con la celebración del primer enlace entre personas del mismo sexo en el único país constituyente del Reino Unido donde aún no era posible.
Esto ha tardado porque ningún partido, ni católico ni protestante, quería ver algo así. Es hora de que desarrollemos una nueva religión atea/agnóstica que, partiendo de un gran amor a la naturaleza, de poner la vida en el centro y basándose en la igualdad y la no discriminación, consiga mitigar nuestra pena ante la muerte de las personas que amamos y el temor ante la propia. En el blog infinito5.home.blog lo desarrollo más.
Eh… falso.
Los partidos católicos y pro-unificación estaban a favor.
Fueron los unionistas protestantes quienes lo impedían con su derecho de veto.