Asesinada a tiros una mujer trans en Ciudad de México
De nuevo tenemos que lamentar el homicidio de una mujer trans en América Latina. Se trata de Naomi Nicole, de 26 años y conocida como «la Soñaré». La joven fue abatida a tiros el pasado martes en Ciudad de México. Los presuntos autores son dos militares que fueron detenidos tras intentar huir de la escena del crimen. Es el último de una larga lista de asesinatos de mujeres trans, uno de los colectivos más vulnerables a la violencia en el país y en la región. Se teme que los casos que salen a la luz sean solo la punta del iceberg de una situación aún más preocupante.
La madrugada del martes de la semana pasada, varias de sus compañeras encontraban el cuerpo de Naomi Nicole tras escuchar disparos en la zona de Colonia Guerrero de la capital mexicana. Los servicios de emergencia nada pudieron hacer por la vida de la joven, que había recibido un tiro en la cabeza. Testigos de los hechos presenciaron a dos funcionarios de la Secretaría de Defensa Nacional huyendo de la escena del crimen, que fueron detenidos tras tener un accidente con su vehículo.
El caso se investiga en la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México. La directora de la organización LGTBI Casa de las Muñecas Tiresias, Kenya Cuevas, ha logrado que se tramite como un feminicidio y no un simple homicidio. La madre de la víctima pide que se haga justicia. «Si no hubiera sido por Kenya yo no me habría enterado, y el cuerpo de mi hijo [sic] habría quedado ahí tirado en la calle», declaró. Nicole, de 26 años, se había ido de su casa en el estado de Veracruz a los 18 años y, como tantas mujeres trans, a falta de alternativas ejercía el trabajo sexual en el Distrito Federal.
Por desgracia, el asesinato de Nicole no es un caso aislado en México. Entre enero y febrero de este año, tres mujeres trans fueron asesinadas en el estado de Michoacán, una de ellas con un ensañamiento extremo. En el estado de Chihuahua, solo en este mes de marzo se tiene constancia de otros dos homicidios. Patsy Andrea Delgado fue asesinada a golpes con un martillo en su propio domicilio, mientras que el pasado lunes se localizaba el cuerpo sin vida de otra mujer trans. Se teme que estos casos sean solo la cara visible de una situación aún más preocupante para uno de los colectivos más vulnerables a la violencia en América Latina y el resto del mundo.