Estados Unidos facilita la donación de sangre a varones gais y bisexuales por la crisis del coronavirus
Las nuevas medidas también flexibilizan la donación de hombres bisexuales y personas que se hayan hecho un tatuaje o un piercing de manera reciente.
La crisis del coronavirus ha provocado una fuerte bajada de las reservas de sangre en todo Estados Unidos. Al no poder realizarse donaciones masivas en centros de trabajo, de estudio y otras ubicaciones, se estima que su número ha bajado en las últimas semanas ha bajado en cerca de 86.000. Este hecho, denunciado por Cruz Roja y otras organizaciones no gubernamentales -principales abastecedoras de los bancos de sangre estadounidenses-, ha provocado un cambio de criterio en la administración federal.
El criterio anterior era el de vetar todas las donaciones de personas homosexuales o bisexuales que hubieran mantenido relaciones sexuales en un periodo previo de un año, algo que suponía una evidente estrategia para disuadir a estos donantes y, por lo tanto, una discriminación a la comunidad homosexual y bisexual estadounidense.
Con la nueva situación de emergencia, el organismo responsable, la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA), ha establecido que el periodo de abstinencia tras el cual los hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres puedan donar sangre se reduzca a tres meses. Un periodo que también se aplica, entre otras, a las personas que se hayan tatuado o perforado para ponerse un piercing y a personas que hayan viajado a países en los que la malaria tenga una fuerte presencia.
«Queremos y necesitamos que la gente sana -toda la gente sana- done sangre», ha argumentado Jerome Adams, cirujano general de los Estados Unidos (el más alto cargo público en materia de Salud Pública en ese país), que anunció la medida en una rueda de prensa. Habrá que ver si la medida es temporal, mientras dura la crisis del coronavirus, o se mantiene en el futuro. Teniendo en cuenta, además, que sigue persistiendo su carácter discriminatorio, al poner el foco sobre la orientación sexual y no sobre las prácticas de riesgo.
El fin de las restricciones a la donación de sangre por parte de los hombres gais y bisexuales, históricamente motivadas por el miedo a la transmisión del VIH, es algo que llevan años defendiendo diversos colectivos en favor de los derechos de las personas LGTBI en Estados Unidos. En España, por ejemplo, la ley establece la exclusión de la donación de sangre en función de la existencia previa de conductas de riesgo, con independencia de la orientación sexual. Tras el cese de la conducta de riesgo la ley marca que se excluya la donación «durante un periodo determinado por la enfermedad en cuestión y por la disponibilidad de pruebas apropiadas en cada caso». Hay que tener en cuenta, en este sentido, que la sangre donada es sometida a test de VIH, entre otros agentes infecciosos. Y aunque existe la posibilidad de que una infección recién transmitida no sea detectada debido a la existencia de un ‘periodo ventana’ entre el momento preciso de la transmisión y el momento en que las pruebas dan positivo, en el caso del VIH la introducción de pruebas más sensibles hace tiempo que lo han reducido muy por debajo de los tres meses.