Grandes empresas piden al Gobierno alemán que relaje los requisitos para la donación de sangre de varones gais y bisexuales
En una carta abierta, trece grandes compañías como Microsoft, Ikea, SAP y Deutsche Bahn reclaman reducir el periodo de abstinencia sexual para que personas de este colectivo puedan contribuir a salvar vidas.
En Alemania ha sido el sector privado el que ha tomado la iniciativa para cambiar la legislación sanitaria vigente. Trece grandes empresas alemanas e internacionales con presencia en el país han promovido una carta abierta en la que se reclama al gobierno de Merkel que relaje las condiciones para que hombres gais y bisexuales puedan donar sangre. En este texto se reclama que el país teutón reduzca el periodo de abstinencia sexual exigido a hombres gais y bisexuales para ser donantes de sangre, que actualmente se encuentra establecido en un año. El texto ha sido firmado por empresas tan importantes como Ikea, Microsoft o las alemanas SAP -grupo de creación de software-, Deutsche Bahn -operador ferroviario- y Thyssenkrupp -siderurgia, y elevadores-. Un texto en el que se llamaba al gobierno alemán a «unir los objetivos de seguridad en las donaciones de sangre y las demandas de no sufrir dicriminación».
«El riesgo de VIH de los donantes debe juzgarse en función de su comportamiento sexual individual y no de su orientación sexual», ha declarado la direcora de Diversidad e Inclusión de Thyssenkrupp. Algo que apoyan diversos expertos en medicina, como el investigador médico del hospital The Charite de Berlín Adrián González. «Seis semanas deberían ser el enfoque conservador más alto, independientemente del género u orientación sexual, y eso ya es bastante conservador», ha indicado el experto.
En representación de la consultora de gestión Oliver Wyman, otro de los firmantes de la carta, su socio Dominik Weh indicó que otros países han demostrado que «la protección y el manejo no discriminatorio de la donación de sangre son compatibles entre sí». El hecho es que desde esta carta abierta y los dirigentes de todas las asociaciones firmantes califican el tratamiento a donantes gais o bisexuales en Alemania de discriminatorio.
La crisis del coronavirus pone al descubierto el anacronismo de la situación
La crisis del coronavirus está obligando a los estados a replantearse muchas medidas para el aprovechamiento máximo de sus recursos sanitarios. Esto alcanza a su vez a las donaciones de sangre, que debido a las medidas de confinamiento y al temor al contagio en lugares públicos se han visto drásticamente reducidas. En este momento se aprecia muy especialmente cómo los hombres gais y bisexuales han sido injustamente discriminados por diversos sistemas sanitarios a la hora de ser donantes de sangre. El temor a la propagación del VIH a través de las donaciones hizo que distintas normativas aplicadas en los primeros tiempos de la pandemia del sida quedaran perpetuadas a través del tiempo en distintos países.
En Alemania, esta discriminación obliga a los hombres homosexuales y bisexuales a esperar un año para poder donar después de su última relación sexual, sea esta protegida o no. Un criterio que está siendo ampliamente cuestionado en un momento en el que las reservas de sangre sufren un estado bastante crítico, ya que patologiza y señala injustamente a todo el colectivo independientemente de que cada individuo haya realizado prácticas seguras o no.
Un criterio que ya ha sido modificado -de manera parcial y aun insuficiente- en Estados Unidos. En el país norteamericano se ha rebajado de un año a tres meses el periodo previo para que personas bisexuales y homosexuales puedan donar sangre, iniciativa a la que también podría sumarse pronto Australia.
Aun así, este criterio sigue siendo discriminatorio ya que, pese a la reducción temporal del límite de abstinencia sexual, no cambia sustancialmente la raíz de la discriminación sistemática a todo el colectivo. El problema es la base de este criterio, tan distinto en países como España, Italia o Portugal, que no discriminan según la orientación sexual, sino por el tipo de relaciones mantenidas, y que ya ha demostrado su éxito.