Alemania aprueba la prohibición de las «terapias» de conversión en menores de edad
El Bundestag alemán ha aprobado un proyecto de ley para prohibir, en menores de edad, las mal llamadas «terapias» reparadoras o de conversión que pretenden modificar la orientación sexual o la identidad de género. La medida fue una iniciativa del Gobierno de gran coalición entre democristianos y socialdemócratas y contempla penas de hasta un año de cárcel y sanciones de hasta 30.000 euros para los infractores. Alemania se convierte en el segundo Estado europeo, tras Malta, en vetar estas infames prácticas. Los activistas saludan la medida pero advierten de sus limitaciones.
El «Proyecto de ley de protección frente a los tratamientos de conversión» quedó aprobado el pasado jueves con los votos a favor de la CDU/CSU de Merkel, sus socios de coalición del SPD y los liberales del FDP. Se trata de una medida que había planteado por primera vez en 2008 el exdiputado verde Volker Beck, cuyo partido ya presentó en 2013 una proposición de ley que rechazó la entonces coalición de Gobierno entre democristianos y liberales. La actual iniciativa la ha impulsado el ministro de Sanidad, el también abiertamente gay Jens Spahn (CDU, en la imagen superior). Aunque reconocen el avance, los activistas LGTBI no se muestran del todo convencidos y advierten de las carencias de la nueva norma, que han motivado también la abstención de Los Verdes y Die Linke (La Izquierda).
El texto aprobado contempla la prohibición de las pseudoterapias de conversión en menores de edad, aunque con una salvedad un tanto ambigua: los tutores legales del menor aún podrán autorizar estos pretendidos tratamientos si ello no supone «una grave violación de sus obligaciones parentales». Una formulación que no comprenden en Los Verdes, que exigían la retirada de esta excepción y la elevación de la edad de protección de los 18 a los 26 años. La norma solo contempla la prohibición de las «terapias» reparadoras en adultos si se producen bajo engaño, coacción o amenazas. El rechazo de la enmienda verde provocó la abstención de este grupo parlamentario.
La nueva ley prevé penas de hasta un año de prisión y multas de hasta 30.000 euros por infringirla. También se castigará con sanciones la publicidad y la promoción de las pseudoterapias. A pesar de las carencias del texto, Alemania se convierte en el segundo país de Europa en vetar estas peligrosas prácticas en menores de edad. La pionera fue Malta, que aprobó su ley en 2016. Irlanda y el Reino Unido dan pasos en la misma dirección y también se debate sobre el asunto en Austria.
En España, mientras tanto, la prohibición de este tipo de intervenciones ha sido ya contemplada en varias normas autonómicas y era una de las disposiciones que preveía la prometida ley en favor de la igualdad y no discriminación de las personas LGTBI (aunque el PP intentó «colar» una proposición alternativa, en forma de enmienda a la totalidad, que no contemplaba este aspecto). Un proyecto que naufragó con la convocatoria de las elecciones de abril de 2019. Tras la repetición electoral, el acuerdo de Gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos contempla «la aprobación de una Ley contra la Discriminación de las Personas LGTBI incluyendo la prohibición a nivel nacional de las llamadas terapias de reversión».
«No» rotundo de los especialistas a las «terapias» reparadoras
A nivel internacional, ya en marzo de 2016 tenía lugar un histórico pronunciamiento de la Asociación Mundial de Psiquiatría en contra de las terribles «terapias» reparadoras, intervenciones que no solo se han mostrado ineficaces para cambiar la orientación sexual de una persona, sino que resultan muy peligrosas (los riesgos incluyen depresión, ansiedad y comportamiento autodestructivo). Prácticas contra las que ya antes se habían pronunciado numerosas organizaciones profesionales.
Respecto al reto que suponen aquellas personas adultas que movidas por su fe religiosa conservadora acuden por voluntad propia a las consultas para cambiar su orientación sexual, ya desde hace años la Asociación Americana de Psicología recomienda ser «honestos» con ellos respecto a su eficacia, considerando que el objetivo en estos casos debe ser favorecer, sin imposiciones, la aceptación de la propia realidad. Posibles estrategias que sugería Judith Glasshold, la presidenta del comité que en 2009 revisó la evidencia disponible hasta esa fecha, eran insistir en determinados aspectos de la fe religiosa, como la esperanza y el perdón, frente a la condena de la homosexualidad, sugerir el acercamiento a confesiones religiosas que sí aceptan la realidad LGTB o, los casos más recalcitrantes, valorar la adopción del celibato como estilo de vida sin pretender cambiar la orientación.