La Fiscalía polaca abre una causa contra IKEA por despedir a un empleado que justificó el asesinato de homosexuales
La multinacional de decoración IKEA, de nuevo en el punto de mira de la homofobia de Estado. La fiscalía polaca ha anunciado la apertura de una investigación contra una jefa de personal de la compañía, a la que acusan de violar la libertad religiosa de un empleado que fue despedido el año pasado. El trabajador en cuestión había criticado la política igualitaria de la firma sueca, citando para ello pasajes de la Biblia que prescriben la pena de muerte para quienes mantengan relaciones homosexuales. Tras negarse a eliminar los comentarios homófobos, la empresa procedió a rescindir su contrato laboral. El suceso provocó la indignación de los sectores más ultraconservadores del país, encabezados por la iglesia católica y el partido gobernante Ley y Justicia (PiS). La acusada se enfrenta a una pena de hasta dos años de cárcel.
Los hechos ocurrieron en 2019. El empleado de nombre Tomasz K. escribió un comentario en la intranet de la empresa en el que afirmaba que «la aceptación y la promoción de la homosexualidad y otras desviaciones es escandalosa». Protestaba así contra la política de IKEA sobre igualdad de trato y no discriminación. El trabajador completó su escrito con citas de la Biblia que hacen referencia a la ejecución de las personas culpables de «sodomía».
El departamento de personal de la compañía sueca conminó al empleado a borrar su comentario por «afectar a los derechos y la dignidad de las personas LGTB+», después de que otros trabajadores contactaran con recursos humanos indignados por la diatriba homófoba. IKEA añadió que «el empleado usó citas del Antiguo Testamento sobre muerte y sangre en el contexto del destino que merecen las personas homosexuales». La negativa de Tomasz K. a borrar el comentario motivó su despido, que sería procedente según la legislación polaca que establece la obligación de combatir la discriminación laboral basada en la orientación sexual.
La decisión de la responsable de personal desató una virulenta reacción de los sectores ultraconservadores del país, con la iglesia católica y el Gobierno de Ley y Justicia (PiS) a la cabeza, que llamaron al boicot contra la multinacional de decoración. El ministro de Justicia Zbigniew Ziobro calificó la medida de «absolutamente escandalosa» y ordenó la apertura de una causa. La fiscalía investigará si el despido violó el derecho del empleado a la libertad religiosa. Si la encuentran culpable, la jefa de personal se enfrenta a una pena de hasta dos años de cárcel. La compañía ha anunciado que brindará apoyo legal a la afectada.
Hostilidad LGTBIfoba en Polonia
El Gobierno de extrema derecha de Polonia es en la actualidad, junto con el de Hungría, la punta de lanza de la involución LGTBIfoba en la Unión Europea. En dosmanzanas nos hemos hecho eco de numerosas manifestaciones de esta oleada de hostilidad contra la comunidad. La más reciente se produjo el pasado mes de abril, cuando el Parlamento votó a favor de la iniciativa de la organización LGTBIfoba Stop Pedofilia para criminalizar la educación sexual, con el apoyo de la gobernante PiS. Ya el año pasado, el líder de la formación y ex primer ministro Jarosław Kaczyński aprovechó una iniciativa inclusiva del alcalde de Varsovia para echar gasolina a la LGTBfobia. El político calificó los derechos LGTBI de un «ataque a la familia y a los niños» que amenaza los valores tradicionales polacos.
Sus palabras encendieron una mecha que se extendió entre los medios y el establishment ultraconservador. Una de las primeras consecuencias de este repunte de la hostilidad LGTBfoba fue la detención de la activista Elżbieta Podleśna bajo la acusación de ofender a los sentimientos religiosos. Su supuesto delito, difundir una versión modificada de la Virgen Negra de Częstochowa con un halo arcoíris en lugar del original dorado. Dos meses más tarde, contramanifestantes de extrema derecha intentaban impedir de forma violenta la celebración de la primera manifestación del Orgullo LGTBI en Białystok, al este del país.
Otro de los efectos de esta oleada de odio ha sido la declaración de las «zonas libres de ideología LGTB» desde marzo de 2019. La iniciativa LGTBfoba tiene un carácter principalmente simbólico, pero conlleva una indudable carga de hostilidad y estigmatización de la comunidad. La medida de odio LGTBfobo, que el diario italiano La Repubblica comparó con el concepto nazi de zonas judenfrei («libres de judíos»), llegó hasta el Parlamento Europeo. El 18 de diciembre del año pasado la cámara aprobó, por 463 votos a favor frente a 107 en contra, una resolución de condena. Las jurisdicciones declaradas «zonas libres de ideología LGTB» abarcan un tercio de la superficie total de Polonia e incluyen cerca de cien municipios, al menos dieciocho condados y cinco regiones.