Una investigación buscará explicación al relativamente bajo porcentaje de personas con VIH que necesitan ser hospitalizadas por coronavirus
Investigadores del Hospital Gregorio Marañón de Madrid buscan una explicación a la baja proporción de personas con VIH entre aquellas que han tenido que ser hospitalizadas por COVID-19. Para ello, han puesto en marcha una investigación que se prolongará a lo largo de 2020.
La proporción de personas con VIH entre aquellas que han tenido que ser hospitalizadas en España es de aproximadamente un 0,7%. Un porcentaje bajo, si se tiene en cuenta que en las grandes series publicadas hasta la fecha es frecuente la presencia de otras enfermedades de base, como la hipertensión, la diabetes o la cardiopatía crónica. Un dato que va en la dirección de lo ya publicado (no parece que la infección por VIH sea un factor que determine una mayor gravedad de la COVID-19) y que, según explica un comunicado del Hospital Gregorio Marañon, permite sostener incluso la hipótesis de que quizá alguno o algunos de los fármacos antirretrovirales que se usan para mantener a raya al VIH y evitar su progresión a sida pudieran tener además algún efecto protector frente a la infección por SARS-CoV-2.
Por el momento es solo una hipótesis sin corroborar. Es por eso que se ha puesto en marcha un estudio, cuyo investigador principal es Juan Berenguer, del servicio de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas del hospital madrileño y jefe del Grupo de Investigación Clínica de VIH del Instituto de Investigación Sanitaria Gregorio Marañón. En el comité coordinador del proyecto también figura la doctora Cristina Díez, del mismo servicio y grupo de investigación.
El objetivo primario del estudio es describir la frecuencia y características epidemiológicas y clínicas de los pacientes con COVID-19 incluidos en la CoRIS (Cohorte de la Red de Investigación en Sida, que hasta finales de 2019 contaba con más de 15.000 personas), así como los factores pronósticos de requerimiento de cuidados intensivos, utilización de ventilación mecánica, duración de ingreso y de mortalidad. El objetivo secundario es estudiar la prevalencia de anticuerpos frente a SARS-CoV-2 mediante la determinación de anticuerpos IgG en muestras archivadas procedentes de personas con VIH a lo largo del segundo semestre de 2020 y primer semestre de 2021. Para este estudio se seleccionarán de manera aleatoria algo mas 1.500 muestras de plasma.
Según el doctor Berenguer, la disponibilidad de una cohorte prospectiva de pacientes con infección por VIH así como el análisis de las muestras archivadas permitirá obtener información fiable sobre muchos aspectos relacionados con la COVID-19 en este grupo de población, incluyendo la incidencia de infección (con y sin síntomas), sus características clínicas y sus factores pronósticos.
No se trata del primer estudio que relaciona de alguna manera a las personas VIH o a sus tratamientos con la COVID-19. Ya en marzo se anunció una investigación promovida por el Departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya de la mano del epidemiólogo Oriol Mitjà y del jefe de servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona. Su objetivo era investigar el papel de darunavir/cobicistat (una combinación de antirretrovirales ya existentes) para frenar la expansión del SARS-CoV-2 junto al antipalúdico hidroxicloroquina. Según se ha ido conociendo en este tiempo, el darunavir/cobicistat no ha resultado efectivo, mientras que los datos sobre hidroxicloroquina (fármaco sobre el que hay otros muchos ensayos en marcha) aún no son concluyentes.