Una jueza federal paraliza la ley de Idaho que prohibía la modificación registral del sexo asignado al nacer
Pequeño respiro para la comunidad trans en Estados Unidos. Una jueza federal ha decretado la paralización de la aplicación de la ley que eliminó la posibilidad de modificar el sexo legal en las partidas de nacimiento en el estado de Idaho. La norma, que entró en vigor el pasado 1 de julio, contradice abiertamente un fallo anterior de la misma magistrada contra un texto similar aprobado hace dos años. La mayoría republicana del estado volvió a intentarlo y la respuesta de la justicia ha sido la misma: las autoridades están obligadas a proporcionar un mecanismo para que todas las personas puedan inscribirse con el sexo legal correspondiente a su identidad de género.
A principios de este año, ambas cámaras de Idaho, controladas por los republicanos, aprobaron dos leyes que colocaron al estado como uno de los más hostiles para la comunidad trans en Estados Unidos. La primera de ellas (Ley de Imparcialidad en el Deporte Femenino) prohíbe a los colegios y universidades públicas aceptar a mujeres trans en sus equipos femeninos. En caso de duda, un médico determinará el sexo de la estudiante basándose «solamente» en su «anatomía reproductiva externa e interna», sus «niveles de testosterona normalmente producidos de manera endógena» y su «composición genética». Una abierta negación de la existencia de las mujeres trans que varias deportistas encabezadas por la tenista Martina Navratilova apoyaron públicamente hace unos días.
El contenido del segundo de los textos, la Ley de Estadísticas Vitales de Idaho es, si cabe, aún más grave. La norma eliminó la modificación registral del sexo en las partidas de nacimiento, en cualquier circunstancia. Suprimió el derecho de las personas trans a ver reconocida su identidad de género y las obligó a conservar el sexo legal asignado al nacer, incluso después de someterse a cirugía de reafirmación de género. Los legisladores se excusaron en una supuesta necesidad de garantizar una información estadística «factual» que no se pueda alterar por «sentimientos o experiencias subjetivas», sin hacer referencia a la identidad de género. Ambas normas recibieron la firma del gobernador Brad Little.
Se trataba ya del segundo intento de negar la identidad de las personas trans en Idaho. En 2018, la jueza federal Candy Dale ordenó la paralización de una ley aprobada anteriormente con el mismo propósito. Fue la respuesta a una demanda de la asociación Lambda Legal, que también se personó contra la actual ley y ha conseguido de nuevo detener su aplicación. La magistrada recuerda que su propia sentencia de hace dos años prohibía cualquier intento, por parte de la administración, de impedir la modificación registral del sexo legal en la partida de nacimiento. Tras este nuevo freno de la justicia a la normativa discriminatoria de Idaho, los estados de Ohio y Tennessee son los únicos que siguen sin permitir a las personas trans obtener una partida de nacimiento acorde a su identidad de género.