Feminismo LGTB: críticas de «Amiga, date cuenta», «Locas y perversas», «Hombres, los odio» y «Fuerte»
El feminismo y el movimiento LGTBIQ deben ir de la mano porque tienen al heteropatriarcado como enemigo común. No siempre estarán de acuerdo, como tampoco lo están siempre entre sí los miembros de cada comunidad, pero la colaboración y el apoyo mutuo son imprescindibles. Por suerte, así son los cuatro estupendos libros de los que hablo hoy.
Amiga, date cuenta, también conocido como #AmigaDateCuenta, fue publicado en 2018 en México y llegó el año pasado a España con algún que otro cambio pero el mismo, y maravilloso, mensaje. Estamos ante una completísima «guía para la vida» que toda adolescente debería leer para saber a qué se enfrenta… Bueno, y que cualquiera, independientemente de su género o edad, debería leer para saber a qué se enfrentan ellas, obligadas a crecer entre tabúes e ignorancia por culpa de una sociedad retrógrada que, en pos de una falsa e idealizada feminidad, prefiere el silencio a la información. Plaqueta (Tamara de Anda Prieto) se encarga del texto y Andonella (Andrea Arsuaga Alfaro) hace lo propio con las importantes ilustraciones, conformando entre ambas una obra única que habla de tatuajes, drogas y sujetadores, pero también de amor, acoso, activismo, sexualidad e identidad de género, siempre con cariño, ingenio y suma empatía.
Hombre, los odio (Moi les hommes, je les déteste) se publicita como «el manifiesto feminista que un hombre quiso censurar en Francia y no pudo», lo que no deja de ser una estrategia de marketing excelente. Y es que, con su primer libro, Pauline Harmange fue objeto de censura por parte de un asesor del Ministerio de Igualdad galo, lo que por supuesto solo sirvió para que las ventas se dispararan. Aunque está actualmente emparejada con un hombre, Harmange es bisexual y afirma que sería incapaz de empezar de nuevo con otro, y, aunque por supuesto no odia a su marido, lamenta que tenga que ser siempre ella quien lleve la iniciativa en materia de igualdad y que él se limite a hacerle caso (lo cual, admitámoslo, es más de lo que hace la mayoría). Nos encontramos ante un ensayo valiente y sorprendentemente divertido que aborda la misandria de frente, no como una solución pero sí como una respuesta inevitable a años de machismo. En cualquier caso la autora, que por cierto escribe de maravilla, tiene razón: frente a las innumerables violaciones que los hombres han perpetuado contra las mujeres, un poco de odio justificado no va a hacerles (hacernos) ningún daño.
Tres generaciones de autoras se dan cita en Locas y perversas, una antología destinada a luchar contra el silencio impuesto desde siempre a las voces femeninas LGTBIQ. Bajo el estigma social de histéricas, pervertidas o simplemente locas, lesbianas, bisexuales y mujeres trans siguen luchando por hacerse oír, también en la literatura. Entre las dieciséis autoras hispanas aquí presentes están cuatro que han formado parte de los tops 10 de final de año de esta columna: Cristina Domenech (Señoras que se empotraron hace mucho [crítica]), Mila Martínez (Esencia [crítica]), Prado G. Velázquez (En blanco y negro [crítica]) y Eley Grey (Todas están locas [crítica]). Junto a ellas, al mando de historias empoderadoras, simpáticas y emocionantes, encontramos a Marta Garzás, Catalina Maer, María Mínguez, Teresa Morodo, Martha Lovera, Elizabeth Duval, Yolanda Arroyo, Josa Fructuoso, T. S. Williams, Sonia Lasa, Elena Flores y Ana H. Reyero. ¿La misión? Dejar atrás la visión fatalista de las mujeres LGTBIQ como figuras pérfidas o al servicio del disfrute del varón cishetero.
Por último, pero no por ello menos importante, Fuerte traza una relación clave entre el machismo y la homofobia, dedicando sus bellas páginas por igual al acoso que sufren ellas por ser mujeres y ellos por ser homosexuales, o sea, en ambos casos, por no alcanzar el concepto de superioridad masculina que rige la sociedad. Su autor es un escritor y activista LGTBIQ español, sí, un hombre: Roy Galán. Y es importante recalcar que es hombre porque nosotros también podemos y debemos entregarnos al feminismo siempre y cuando evitemos ser los abanderados de un movimiento que, por supuesto, deben encabezar ellas. A Galán le increpan una y otra vez que reivindique la igualdad entre hombres o mujeres, y lo hacen tanto los machistas como las feministas más extremistas (las mismas que niegan ciegamente la existencia de las mujeres trans), pero él sigue adelante, sin rendirse. Muy prolífico, también ha publicado Irrepetible (2016), La ternura (2017), Nadie dentro de ti (2018), Haz que no parezca amor (2019) y Las alegrías (2019), todos tan reivindicativos como poéticos.
Los cuatro libros que he presentado hoy contribuyen, con su mera existencia, a convertir el mundo en un lugar más seguro para todas y todos, pero es importante que lleguen a quienes más lo necesitan, que son tanto las víctimas del machismo como, aún más importante, los perpetuadores del mismo.