La muerte de David Polfliet a manos de tres adolescentes que le tendieron una trampa a través de Grindr conmociona a la comunidad LGTBI belga
Terrible asesinato de perfil homófobo en Bélgica. El cuerpo sin vida de David Polfliet, de 42 años, era encontrado el pasado sábado, 6 de marzo, en un parque de Beveren, cerca de Amberes, con signos inequívocos de violencia. Según apunta la investigación policial, David fue asesinado por tres adolescentes que concertaron una cita con él a través de Grindr, la popular aplicación de contactos.
Ya desde el principio la investigación policial siguió la pista de los sospechosos, dos adolescentes de 17 años y uno de 16, que cuentan con antecedentes de vandalismo y robo con violencia. La causa directa de la muerte, según la autopsia, fue una herida de arma blanca en el muslo, que causó a la víctima una hemorragia fatal. Los tres agresores acabaron por entregarse voluntariamente. Según su versión, en ningún momento quisieron acabar con la vida de David, sino robarle, como ya habían hecho antes con otros hombres siguiendo la misma sistemática.
Aunque la polícia belga no se ha pronunciado, desde el principio los medios locales han considerado el asesinato de David un crimen homófobo, fruto de una «cacería» en toda regla. El propio primer ministro de Bélgica, Alexander De Croo, tuiteaba el pasado martes un mensaje de condolencia asegurando, en neerlandés y en francés, que «no hay lugar para el odio en nuestro país. Love wins»:
In ons land is er geen plaats voor haat. Love wins. 🏳️🌈
Pas de place pour la haine dans notre pays. Love wins. 🏳️🌈 pic.twitter.com/JTLXFtUktb
— Alexander De Croo (@alexanderdecroo) March 9, 2021
La familia de David, por su parte, ha agradecido los gestos de solidaridad aunque ha hecho un llamamiento, a través de su abogado, a no extraer conclusiones «prematuras» sobre las circunstancias del crimen (bien es cierto que algunos medios recogen declaraciones de amigos de David según las cuales su relación con la familia era distante desde su salida del armario). En cualquier caso, sí parece que los investigadores tratan todavía de discernir si la muerte de David fue un asesinato homófobo premeditado o si la intención de los agresores era, como ellos afirman, la de cometer un robo que degeneró en homicidio.
Concluya como concluya la investigación, de lo que no hay duda es de que nos encontramos ante una terrible tragedia que pone una vez más de manifiesto la vulnerabilidad del colectivo LGTBI incluso en países socialmente avanzados como Bélgica. La comunidad LGTBI de ese país, de hecho, está conmocionada, y los gestos de duelo se han extendido por diferentes ciudades. Lo sucedido con David, de hecho, ha traído de nuevo a la memoria de los belgas otro terrible asesinato homófobo ocurrido hace nueve años en circunstancias no muy distintas. Fue en abril de 2o12, cuando Ihsane Jarfi, otro joven gay de 32 años, moría tras recibir una brutal paliza por parte de cuatro hombres que lo abandonaron en un bosque cercano a Lieja, donde fue encontrado varios días después.