El estado de Arkansas prohíbe la prescripción de tratamientos a menores trans
El estado de Arkansas, en el sur de Estados Unidos, se ha convertido en el primero del país en prohibir la prescripción de tratamientos que puedan alterar los caracteres sexuales de los menores de edad. La Asamblea General del estado, compuesta por la Cámara de Representantes y el Senado, ha levantado el veto que el gobernador republicano Asa Hutchinson impuso al proyecto de ley. La norma fija multas y la retirada de la licencia a los profesionales sanitarios que prescriban a sus pacientes menores de edad métodos como los bloqueadores de pubertad, la terapia hormonal o las cirugías de reasignación.
Tras ser aprobada por el legislativo del estado, donde los republicanos disfrutan de una amplia mayoría, la medida llegó al despacho del gobernador Asa Hutchinson. El político republicano decidió ejercer su derecho al veto y el pasado 5 de abril rechazó el proyecto aprobado por sus correligionarios. Hutchinson declaró que el texto supone una intromisión intolerable del Gobierno en el ámbito de la salud. Según el gobernador, el Estado no debe situarse «en el centro de cada asunto médico, humano y ético», en particular cuando se trata de «una de las cuestiones más complejas y sensibles que afectan a los jóvenes».
Unos argumentos que no convencieron a los legisladores de Arkansas, que levantaron el veto al día siguiente, con amplias mayorías de 71 representantes a favor de la norma tránsfoba frente a 24 en contra y 25 senadores frente a ocho, respectivamente. A no ser que una sentencia judicial la paralice, la ley entrará en vigor noventa días después del final del actual periodo legislativo, que concluye el próximo 30 de abril.
Con la aprobación definitiva de la ley, Arkansas se convierte en el primer estado en prohibir procedimientos como los bloqueadores de pubertad que son tan importantes para muchos adolescentes trans. También queda proscrito el acceso a la terapia hormonal, así como a las cirugías de reasignación, si bien esta última era ya una opción extremadamente infrecuente en el colectivo de menores trans en Estados Unidos. Los profesionales sanitarios que no observen la prohibición se exponen a perder su licencia y a multas.
Aunque Arkansas ha sido el (triste) pionero, otros estados podrían seguir sus pasos. En 16 de ellos se están estudiando normas similares. No es ninguna sorpresa, por desgracia: los derechos de las personas trans son, desde hace unos años, uno de los principales caballos de batalla de la derecha estadounidense, como quedó de manifiesto en numerosas ocasiones durante la presidencia de Donald Trump. La justicia ha paralizado algunos de los retrocesos impulsados por los republicanos, como la prohibición de modificar el sexo asignado al nacer en Idaho o en Ohio.