La Cámara de Diputados de la República Checa admite a trámite una proposición de ley de matrimonio igualitario
La igualdad matrimonial está un paso más cerca en la República Checa. La Cámara de Diputados del país centroeuropeo ha aprobado en primera lectura una proposición de ley, presentada hace casi tres años, para abrir el matrimonio a las parejas del mismo sexo. La votación supone la admisión a trámite de la medida, que se discutirá ahora en la correspondiente comisión parlamentaria. Para convertirse en ley, deberá superar una segunda y tercera lectura, la aprobación en el Senado y la firma del presidente. Para más contrariedad, los diputados han aceptado también la tramitación de una reforma para blindar a nivel constitucional el matrimonio excluyente.
La proposición de ley para legalizar el matrimonio igualitario en Chequia fue registrada en la Cámara de Diputados el 22 de junio de 2018. Se trata de una reforma del Código Civil por la que las parejas del mismo sexo tendrían acceso al matrimonio en igualdad de condiciones que las de distinto sexo. Por su parte, desaparecería la institución de la «pareja registrada» (registrované partnersví) que desde 2006 concede algunos derechos a las parejas del mismo sexo: «El principio fundamental de la reforma legal propuesta es proporcionar a las parejas del mismo sexo y sus hijos la misma dignidad y protección de la vida familiar que por ley viene proporcionada a los esposos y sus hijos, y con ello garantizarles una posición igual no sólo en la sociedad sino también ante la ley», se afirma en la exposición de motivos del proyecto.
La proposición la presentaron 46 diputados (de los 200 que componen la Cámara) de diferentes partidos políticos. Entre ellos ANO, la formación de corte liberal-populista que lidera el Gobierno y cuyo nombre en checo por cierto significa literalmente «sí». También apoyaron la medida miembros del Partido Pirata, la formación más claramente proLGTBI del espectro político checo, así como del KSČM (comunistas), ČSSD (socialdemócratas), TOP 09 (liberal-conservador) y STAN (regionalistas). No se unió, en cambio, ningún representante de ODS (conservadores), SPD (ultraderecha xenófoba) y KDU-ČSL (democristianos). Especialmente relevante fue el apoyo explícito del Gobierno de coalición entre ANO y ČSSD, que permitía un cierto optimismo sobre las perspectivas de aprobación.
Tras dos debates infructuosos en noviembre de 2018 y marzo de 2019, sin embargo, la continuación de la tramitación de la medida quedaba pospuesta sine die. Un estancamiento en el que fue determinante no tanto la oposición esperada de los partidos de derecha y ultraderecha, sino sobre todo la falta de compromiso verdadero de los partidos teóricamente favorables, con diputados que incluso se ausentaron de los debates. El pasado jueves, más de dos años después, la propuesta consiguió una mayoría en la Cámara de Diputados en primera lectura que le permite continuar su tramitación en comisión parlamentaria, donde se discutirá durante los próximos 80 días.
A continuación, volverá al pleno de la Cámara, donde se someterá a una votación en segunda lectura. Los diputados también pueden presentar una propuesta para rechazar el proyecto de ley, que se votaría en la tercera lectura, o una propuesta para devolver el proyecto de ley a la comisión para su reconsideración. Si el texto no se rechaza ni se devuelve a comisión, se procede a la tercera lectura, en la que se votan las posibles enmiendas presentadas y el proyecto en su conjunto. Los plazos indican que se podría llegar a este punto este mismo año, con la salvedad de que en octubre se celebran elecciones legislativas que podrían paralizar todo el proceso.
Tras una eventual aprobación en la cámara baja, el texto pasaría al Senado para su aprobación y, por último, al presidente de la República Miloš Zeman para que lo ratificara con su firma. Lo cual tampoco estaría garantizado, toda vez que Zeman adelantó en 2019 que vetaría una ley de matrimonio igualitario que llegara a su mesa. El veto del presidente puede ser revocado con una mayoría absoluta en la Cámara de Diputados, como ocurrió en 2006 cuando el expresidente Václav Klaus rechazó firmar la ley de uniones civiles.
Hay un escollo adicional: los contrarios a la igualdad consiguieron el mismo jueves que su propuesta de blindar a nivel constitucional el matrimonio excluyente también recibiera el visto bueno de la Cámara de Diputados para su tramitación en comisión. Aunque la iniciativa tiene pocos visos de prosperar, podría entorpecer y alargar el debate del matrimonio igualitario. En definitiva, se abre un proceso aún largo e incierto pero que el activismo checo ha recibido con optimismo por el hito que supondría la entrada en vigor de la igualdad matrimonial por primera vez en un país del antiguo bloque del Este.
República Checa y derechos LGTBI: una situación prometedora
Ya en ocasiones anteriores ha sido noticia este país por noticias favorables para el colectivo LGTB. Por ejemplo, en julio de 2017 el Tribunal Constitucional dictaminaba el reconocimiento de la paternidad para los dos miembros de una pareja del mismo sexo cuando esta se encuentra reconocida en el extranjero. La decisión se produjo tras el recurso de una pareja formada por un ciudadano checo y un ciudadano danés, quienes contrajeron matrimonio en Estados Unidos y fueron padres por gestación subrogada en California. Esta sentencia se sumó a otras anteriores que iban también en la línea de la progresiva equiparación. También fue el Tribunal Constitucional checo el que en 2016 levantó la prohibición de adoptar niños de forma individual para las personas que conviven en una unión civil (posible para parejas del mismo sexo). Estaremos pendientes del desarrollo del actual proceso legislativo para ver si está en sintonía con estas positivas decisiones judiciales.