Normunds Kindzulis, un joven gay de 29 años, quemado vivo en Letonia en lo que parece ser un brutal asesinato hómofobo
Normunds Kindzulis, un joven de 29 años, no ha podido sobrevivir a las extensas quemaduras sufridas el pasado 23 de abril, cuando su compañero de piso lo encontró envuelto en llamas en el rellano de su edificio en Tukums (Letonia). Las sospechas de que lo sucedido fue un delito de odio se acrecientan conforme se conocen más detalles de la historia: Kindzulis había sufrido graves amenazas homófobas a las que las autoridades no habían hecho caso. Después de que en un primer momento la Policía letona evitara relacionar lo sucedido con un crimen homófobo, el presidente del país asegura que en Letonia «no hay lugar para el odio» y promete llegar hasta el fondo de lo sucedido.
Según lo que hasta la fecha hemos podido reconstruir de lo publicado por medios letones, los gritos de Normunds Kindzulis despertaron a Artis Jaunkļaviņš, su compañero de piso, alrededor de las cuatro de la madrugada del pasado 23 de abril. Al salir al rellano se lo encontró envuelto en llamas en la escalera del bloque de apartamentos. Al parecer había sido rociado con un líquido inflamable (algunos medios hablan directamente de gasolina) y alguien le había prendido fuego. El joven intentó apagar las llamas que envolvían el cuerpo de su compañero, lo que a su vez le causó importantes quemaduras a él mismo en las piernas. Kindzulis fue trasladado aún con vida al hospital, pero no pudo sobrevivir a las gravísimas quemaduras, que le cubrían un 85% de la superficie corporal. Artis Jaunkļaviņš, por su parte, ha sido ingresado en un centro de queñados de Riga, la capital letona.
Según ha denunciado la víctima superviviente, Kindzulis había sido objeto de amenazas homófobas por parte de un vecino, que habían denunciado a la Policía. De hecho fuentes policiales han confirmado a la prensa local que en efecto la víctima había denunciado amenazas en noviembre de 2020, pero que después de «examinar la información» se decidió no iniciar una investigación criminal. De hecho, jauns.lv, un medio local, recoge con cierte detalle que el acoso a Kindzulis comenzó en efecto hace meses, a raíz de un incidente vecinal que poco a poco se convirtió en una auténtica persecución homófoba a manos del vecino y otros individuos relacionados con este, materializada tanto en amenazas verbales y a través de mensajes de texto como en al menos una grave agresión física (fue empujado por las escaleras, lo que motivó una baja médica). El mismo medio recoge que el vecino agresor es un exmilitar que trabaja en el sector de la seguridad, e incluso especula, aunque sin afirmarlo abiertamente, sobre una posible relación del mismo con el jefe de policía de la localidad. Siempre según este medio, Artis Jaunkļaviņš, compañero de piso del fallecido, sospecha incluso que el incidente que supuestamente habría dado lugar al enfrentamiento (relacionado con una pérdida de llaves) no fue más que una excusa del agresor para comenzar su acoso.
Por otra parte, Jaunkļaviņš se ha mostrado indignado por la versión que en un primer momento autoridades y medios ofrecieron de lo sucedido, según la cual todo se trató de un incendio accidental originado en una pila de ropa. Una versión que muy poco después, conforme la indignación se extendía entre la comunidad LGTBI letona, ya era matizada por las fuerzas de seguridad, que confirmaban que se había iniciado una investigación. Incluso el presidente de Letonia, Egils Levits, se manifestaba en Twitter asegurando que «no hay lugar para el odio en Letonia», admitiendo implícitamente que la principal sospecha era la de un posible delito de odio:
Naidam Latvijā nav vietas. Ja apstiprināsies, ka Tukuma noziedznieka motivācija ir bijusi naids pret kādu sabiedrības daļu, tad tas pastiprina viņa vainu. Latvijas sabiedrības vērtība ir iecietība, un šāda naida izpausme vienlaikus ir noziegums pret sabiedrību.
— Egils Levits (@valstsgriba) April 24, 2021
El principal colectivo LGTBI letón, Mozaika, exige entretanto que se investigue con detalle el historial de amenazas y agresiones que ya desde hace meses Kindzulis soportaba sin recibir en ningún momento asistencia policial.
Un país hostil a la igualdad de las personas LGTBI
Lo cierto es que pese a las afirmaciones de su presidente, sí hay lugar para el odio en Letonia, un país en el que la comunidad LGTBI se enfrenta a importantes dificultades pese a su pertenencia a la Unión Europea. No está de más recordar que en diciembre de 2005 se introdujo una enmienda a la Constitución para definir el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer, y así impedir a las parejas del mismo sexo el acceso a esta institución. Ya en 2006, se intentó aprobar, por fortuna sin éxito, una ley contra la «propaganda homosexual» similar a la que entró en vigor en la vecina Rusia años más tarde. En 2015, la celebración del Europride en Riga se vio amenazada por el boicot de grupos homófobos, aunque finalmente tuvo lugar sin grandes problemas. Y más recientemente, en 2019, el Parlamento rechazaba una ley de uniones civiles abierta a parejas del mismo sexo.
Como signo positivo, destaca la salida del armario como gay de su ministro de Exteriores, Edgars Rinkēvičs, en noviembre de 2014. Reelegido para su puesto tras las elecciones de 2018, Rinkēvičs sigue abogando por el reconocimiento de las parejas del mismo sexo. Otro gesto, menor pero cargado también de simbolismo, fue la rectificación de una promoción de San Valentín de los autobuses de la capital Riga que excluía a las parejas del mismo sexo.
Por cierto que en una línea parecida a la del presidente el propio Rinkēvičs se ha pronunciado en Twitter sobre la muerte de Kindzulis, sin mencionar tampoco su nombre, asegurando que «el odio no tiene cabida en nuestra sociedad» aunque también ha recordado que lo sucedido está bajo investigación y ha pedido que cesen los «insultos injustificados» en redes sociales:
Tukuma traģēdija vēl tiek izmeklēta. Naidam nav vieta mūsu sabiedrībā un ir nepieciešama rīcība iekļaujošas sabiedrības veidošanā, taču savstarpēji nepamatoti apvainojumi galīgi nav vietā. Mātei Latvijai ir vienlīdz mīļi visi bērni- gan konservatīvi, gan liberāli noskaņoti
— Edgars Rinkēvičs (@edgarsrinkevics) April 26, 2021