El presidente de Chile, Sebastián Piñera, anuncia su apoyo al matrimonio igualitario y se compromete a acelerar la medida en el Congreso
Importante hito hacia la aprobación del matrimonio igualitario en Chile. El presidente Sebastián Piñera, hasta ahora contrario a la medida, ha proclamado su apoyo y ha anunciado que su Gobierno impondrá «suma urgencia» a la tramitación del proyecto de ley que presentó su antecesora Michelle Bachelet en 2017 y que lleva más de un año atascado en el Senado. La idea es que la igualdad matrimonial sea una realidad antes de las elecciones del próximo mes de noviembre. «Pienso que ha llegado el tiempo del matrimonio igualitario en nuestro país», ha declarado Piñera, que se posiciona así en contra de parte de sus aliados en el Gobierno.
En 2016, el Estado chileno y el MOVILH alcanzaron una solución amistosa a la demanda que este colectivo había interpuesto ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por la prohibición a las parejas del mismo sexo de contraer matrimonio (puedes descargar aquel acuerdo aquí). El acuerdo, considerado histórico en su momento, implicaba ir más allá de las uniones civiles entre personas del mismo sexo (aprobadas el año anterior) y promover el matrimonio igualitario, la adopción homoparental y los derechos plenos de parentalidad (que a día de hoy tienen que ser reclamados ante los tribunales), así como la aprobación de una ley de identidad de género y un refuerzo de la legislación antidiscriminatoria (la conocida como «ley Zamudio»), entre otras medidas. En agosto de 2017, el Gobierno de la entonces presidenta Michelle Bachelet remitía al Congreso un proyecto de ley de matrimonio igualitario, que no llegó a ser aprobado antes de las elecciones de noviembre que auparon de nuevo al conservador Sebastián Piñera a la presidencia.
En septiembre de 2018 se aprobaba la ley de identidad de género, tras cinco largos años de tramitación y no sin grandes dificultades, pero el resto de avances permanecieron sin embargo congelados. Es más, según se filtró en su momento a la prensa chilena, el Gobierno de Piñera manifestó ante la CIDH que no pensaba cumplir el acuerdo por lo que al matrimonio igualitario se refiere. Se acogía para ello a una más que dudosa interpretación del acuerdo, según la cual el compromiso adquirido ya se habría satisfecho con la presentación del proyecto de ley por parte del anterior Gobierno en 2017. Para el MOVILH, las argumentaciones del Gobierno Piñera no se sostenían, dado que más allá de que el proyecto de ley deba ser aprobado por el Congreso de Chile, el Estado chileno sí que se comprometió a una serie de medidas de impulso que no llegaban. La situación era de práctico bloqueo.
El tiempo pasaba sin que se produjeran avances sustanciales, hasta que tres meses después del comienzo de las protestas que han trastocado la realidad social y política de Chile (originariamente motivadas por la subida de las tarifas del transporte público), en enero de 2020 el Senado incluyó por primera vez la tramitación del proyecto de ley de matrimonio igualitario en el orden del día. La oposición de buena parte de la bancada conservadora, sin embargo, abortó la iniciativa. En octubre, Piñera pidió a sus ministros que se replantearan sus posturas sobre la medida, en lo que fue interpretado como un sondeo del estado de opinión de los socios del Gobierno con el fin de reactivar el debate sobre la igualdad matrimonial.
Pasaron los meses sin novedad y con el proyecto languideciendo en el Senado. Hasta que el pasado 1 de junio, durante su comparecencia ante el Congreso, Piñera hizo su inesperado anuncio. «En nuestro primer gobierno impulsamos el Acuerdo de Vida en Pareja. Hoy pienso que debemos profundizar sobre el valor de la libertad, incluyendo la libertad de amar y formar familia con el ser amado, y también el valor de la dignidad de todas las relaciones de amor y afecto entre dos personas», afirmó el presidente chileno. «Pienso que ha llegado el tiempo de garantizar esa libertad y esa dignidad a todas las personas. Pienso que ha llegado el tiempo del matrimonio igualitario en nuestro país», añadió, ante los aplausos de los presentes.
«Anunciamos que pondremos urgencia al proyecto de ley que lleva años en el Congreso y que establece el matrimonio igualitario entre todos nuestros compatriotas», prometió Piñera. «De esta forma, todas las personas sin distinguir por orientación sexual podrán vivir el amor y formar familia con toda la protección y dignidad que ellas necesitan y merecen», concluyó. Dos días después, el portavoz del Gobierno Jaime Bellolio confirmaba que se le dará «urgencia suma» al proyecto de ley para que «pueda ser despachado en 15 días». El ministro de Justicia, Hernán Larraín, se ha mostrado confiado en que las cámaras legislativas reunirán una mayoría favorable a la medida, a pesar de las reticencias existentes dentro del propio Gobierno de centroderecha. El objetivo es que la igualdad matrimonial sea una realidad antes de las elecciones del próximo mes de noviembre.