Bangladés condena a muerte a los asesinos de dos activistas LGTBI
Un tribunal antiterrorista de Daca, la capital de Bangladés, ha condenado a muerte a seis de los implicados en el asesinato de dos activistas en 2016. Las víctimas fueron Xulhaz Mannan, fundador de la única publicación LGTBI del país surasiático, y Manhub Rabbi Tonoy, que se encontraba en el mismo domicilio. Los condenados pertenecen a una organización yihadista inspirada por Al Qaeda y responsable de otros ataques a líderes de opinión contrarios al fundamentalismo islámico.
En 2016 recogíamos la noticia del asesinato a machetazos, presuntamente a manos de islamistas, de los activistas Xulhaz Mannan y Mahbub Rabbi Tonoy, citado también como Tanay Fahim. Mannan era trabajador de USAID (la agencia estadounidense para el desarrollo internacional) y fundador de Roopbaan, la única publicación LGTB de Bangladés, lanzada en enero de 2014. Tonoy, un activista menos conocido, se encontraba con él (las fuentes locales lo identifican como amigo de Mannan, desconocemos si la relación que les unía era en realidad de pareja).
Los asesinatos se produjeron en el apartamento de Mannan en Daca, la capital del país, de una forma perfectamente planificada. Tres atacantes llegaron al edificio en el que vivía el activista y aseguraron que tenían un paquete para Mannan. El guarda de seguridad del edificio consultó con el activista, que le dijo que no esperaba ningún envío y le pidió que no los dejara entrar (Mannan había sido ya amenazado de muerte a través de internet). Los asesinos acuchillaron al guarda, que resultó herido pero salvó la vida, y penetraron en el edificio, asesinando a Mannan y a Tonoy.
Xulhaz Mannan, además de fundar Roopbaan, fue también el promotor del incipiente Orgullo de Bangladés o «Marcha Arcoíris», que comenzó a organizarse en 2014 el 14 de abril, aprovechando el paraguas de la celebración del tradicional Año Nuevo bengalí, y que de hecho en 2016 fue expresamente prohibido por la policía alegando razones de seguridad. Con el asesinato de Mannan desapareció una figura de referencia para el activismo de Bangladés, un país en el que declararse abiertamente LGTB es un acto de verdadero heroísmo. El homicidio se inscribía también en el contexto de una brutal campaña de violencia desatada por islamistas armados contra líderes de opinión contrarios al fundamentalismo islámico, entre ellos varios blogueros laicos.
Cinco años después, un tribunal de Daca ha dictado sentencia contra el caso contra seis miembros de Ansarullah Bangla Team, una organización yihadista inspirada en Al Qaeda e ilegalizada en Bangladés. Los asesinatos habían sido reivindicados en 2016 por Ansar al-Islam, relacionada también con Al Qaeda. Los acusados han sido condenados a la pena de muerte. Dos de ellos, entre los que se cuenta un exoficial del ejército, se encuentran huidos de la justicia. Cinco de los sentenciados están pendientes de un segundo juicio por el asesinato del bloguero Avijit Roy y el publicista Faisal Arefin Dipan en 2015. La defensa ha anunciado que recurrirá la sentencia.
Bangladés, recordemos, es una de las antiguas colonias británicas que mantiene en vigor la tristemente conocida sección 377, que establece que «el que voluntariamente mantenga relaciones carnales contra natura con varón, mujer, o animal, será castigado con pena de prisión de cualquier tipo, desde reclusión durante diez años hasta cadena perpetua, y podrá ser también castigado con una multa». El Gobierno de Bangladés, país de mayoría musulmana, rechazó en 2013 su derogación, pese a ser instado a ello por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.