Dos años y medio de cárcel por extorsionar a un joven gay que acabó suicidándose en A Coruña
Dos años y medio de cárcel por extorsionar a un joven gay al que amenazó con revelar su orientación sexual y que acabó finalmente quitándose la vida. Así lo ha decidido la Audiencia Provincial de A Coruña.
Según explica La Voz de Galicia, el suicidio del joven ocurrió el 8 de octubre de 2019. La víctima entabló relación con el condenado a través de una aplicación de contactos. Una vez que este tuvo los datos del joven, le pidió 100 euros a cambio de no difundir capturas de sus comunicaciones y desvelar de esta forma su orientación sexual. El chico se los pagó, pero el extorsionador continuó amenazándolo a través de mensajes de WhatsApp en los que le pedía más dinero. «¿Tú quieres que me olvide de ti y no le diga a nadie que eres gay? A mí nadie me vacila. Pues ahora ya veremos. Me voy a chivar a toda A Coruña. Porque ahora toca algo más. Pues tiembla. Mira, si quieres que te deje en paz y bloquearnos y no saber nunca más el uno del otro, ya sabes lo que tienes que hacer. ¿Qué estarías dispuesto a dar para ganarte mi silencio?», fueron algunos de los mensajes que le dirigió.
La víctima llegó a un punto que directamente le escribió «Si no te hablo más me maté. No aguanto más». Ante lo que el condenado le respondió: «Mira, a mí chantajes emocionales no. Conmigo eso no funciona. Yo ya te dije lo que hay. Yo paciencia tengo poca. O si no dime cuánto puedes y me lo pienso». Tras responderle que no cobraría hasta tres semanas después, el condenado le dijo que no iba a esperar. Poco después el joven, preso de la desesperación, se arrojó desde su ventana al vacío, dejando una nota manuscrita en la que explicaba que «esto fue lo que colmó mi paciencia. Prefiero estar muerto que dominado por quien sea».
La defensa del condenado alegó que la muerte del joven no era responsabilidad de su cliente y que la víctima ya había tenido ideas suicidas en el pasado. El tribunal, sin embargo, ha considerado que «la importancia y la eficacia de la amenaza condicional está en conexión directa con el ataque a la libertad personal en su aspecto psicológico, en su fase de formación que lastra el ulterior proceso de toma de decisión por el amenazado. Este dramático final, pese a ser ajeno a la voluntad del acusado y no ser objeto de juicio, es el mejor reflejo de la perturbación y angustia creadas en la víctima por la presión a la que le sometía el apelante».
El extorsionador ha sido condenado por un delito de amenazas condicionales y condenado a dos años y medio de cárcel, si bien al carecer de antecedentes y haber cumplido ya ocho meses en prisión es poco probable que vuelva a ingresar. Sí que deberá indemnizar al tío de la víctima, su único familiar, con 9.000 euros.