Paco Clavel (artista): «Siempre he preferido estar al margen, porque el poder tiene cierto tufo a mafia»
El jienense Paco Clavel, artista incombustible donde los haya, comenzó a pulular por el mundo de la farándula en los años setenta. Durante la Movida, formó un grupo con Luis del Campo (Bob Destiny & Clavel i Jazmín), y luego triunfó colaborando en el programa musical radiofónico ‘Escápate mi amor’. De un tiempo a esta parte, disfruta coleccionando vinilos, actuando de pinchadiscos u ofreciendo espectáculos junto a Samantha Hudson. «Mi show es una especie de mix cutrelux», comenta entre risas cuando se le pregunta por el tipo de recitales que lleva a cabo sobre el escenario. «Igual meto canciones cabareteras, como las mezclo con canciones de mi extensa carrera y carretera».
¿Ha decidido reeditar su primer disco porque no se le ocurren ideas para uno nuevo?
¡Nooo! La casa discográfica, por su cuenta, sacó una edición limitada de Reina por un día. La única diferencia con el original, que salió publicado en 1981, es que la galleta del disco era entonces rosa y ahora es negra.
¿Siguen parándole por la calle para preguntarle si es hermano de Rouco Varela?
De vez en cuando, alguna que va drogada me para y me pregunta: «¿Eres de verdad hermano de Rouco Varela?». Yo entonces les digo: «Sí, señora, y usted también. ¡Todos somos hermanos de Cristo!». Es algo que escribió Maruja Torres en El País, y que la gente se tomó en serio. Yo me lo he tomado siempre a broma, aunque no tengo nada que ver con Rouco. Él es católico, apostólico y romano, y yo soy un anatema.
Es muy fan de las monjas y los curas que han grabado discos. ¿Alguna vez se ha visto tentado por la vida de oración y recogimiento?
Sí, yo soy un poco asceta. Estuve interno en un colegio de curas en Ciudad Real, y siempre tengo ese rollo místico falso. Es una cosa un poco rara, aunque superficial.
Antes de ser artista, pasó un tiempo enseñando inglés en colegios. ¿Mamó de niño el amor por el idioma?
No, ya había cumplido la mayoría de edad. Estudié latín y griego, pero me dio el punto y me marché a Londres, donde trabajé en el Royal Automobile Club.
¿Diría que haberle dado clase a Lucía Etxebarria da lustre a su currículum?
No. Eso fue en un colegio al que iban niños como los hijos de Carmen Flores. Lucía me paró un día por la calle, antes de ser famosa, y me dijo: «Yo fui alumna tuya». Siempre que la veo ha sido muy cariñosa conmigo.
Luego creó el concepto del guarripop, aunque aún no le han declarado patrimonio nacional y de la humanidad. ¿Por qué cree que España es tan ingrato con sus máximas estrellas?
Yo paso de esos rollos. No voy detrás de que me reivindiquen. En los años ochenta, mucha gente era tan creativa como yo, tanto a nivel español como mundial. Aunque no era tan fácil como ahora hacer cualquier cosa.
Yo le veo como un monumento andante. ¿En qué museo se vería colocado?
Creo que en alguno en un barrio extremo de Madrid, uno travesti y un poco quinqui. Paso del rollo de que te pongan por el Paseo del Prado y sitios así.
Opina que ir de moderno es lo más antiguo que hay. ¿A qué artistas ve fuera de onda?
Hay gente que en un momento dado están en el top y que, por lo que sea, pasan de moda. Creo que tienes que ofrecer algo más que la música. Yo siempre reivindico el concepto del artista: que seas muy creativo, que inventes algún baile como hizo el que inventó la yenka, etc.
Sé que es muy poco monárquico, pero ¿qué le parece que su país cuente con el Rey emérito más campechano de todo Europa?
[Risas] Bueno, ya todo el mundo sabe de qué pie cojea don Juan Carlos. Y que no es oro todo lo que reluce en la corona. Ahí queda eso.
Será muy ácrata y republicano, pero bien que se plantó en el Baile de la Rosa para entretener a Carolina de Mónaco y compañía…
Pero esas cosas me divierten, porque son muy petardas. Carolina se portó muy bien conmigo, y dijo que yo era su fiancee. Salí allí con un modelazo que ella no se esperaba. Su novio Ernesto estaba un poco drunk, o igual se había comido una croqueta en mal estado, y me perseguía por allí.
«Siempre me ha gustado ser serie B». ¿Por qué le ha producido vértigo la A?
Porque creo que puede llegar un momento en que empieces a creértelo y pienses que has inventado la maripólvora. Yo siempre he preferido estar un poco al margen, que no en la marginalidad. El poder, sea en el ámbito que sea, tiene cierto tufo a mafia.
Tampoco le tiene mucha afición al dinero. ¿Sigue abonado entonces al hippismo?
Vivimos en una sociedad en la que estamos supeditados al dinero desde que nos levantamos hasta que nos acostamos. Si no, eres un marginado.
Escuché que pasó un año comiendo sopas instantáneas Knorr para fabricarse una chaqueta con las latas. ¿Cómo logró mantener la insuficiencia cardíaca y la diabetes a raya?
Sí, ¡y aún la tengo! Es una chaqueta preciosa hecha con sobrecitos de sopas Knorr. Tuve que estar tomando sopa un día sí y otro también. También tengo otra chaqueta de torero pintada con sangre auténtica por Fabio McNamara.
¿Usa bragas como mascarillas por gusto o porque salen más baratas?
Yo soy antimascarilla. La tengo que llevar puesta porque vivimos en una sociedad en la que o la llevas, o te pegan un cachete.