La despenalización de la homosexualidad en Botsuana, de nuevo en manos de los jueces tras el recurso del Gobierno
El Alto Tribunal de Botsuana ya despenalizó las relaciones entre personas del mismo sexo en 2019, al anular la legislación heredada de la época colonial británica que las castigaba con hasta siete años de cárcel. El Gobierno de Bostsuana, sin embargo, recurrió la decisión a través de su fiscal general. Los jueces estudian de nuevo el caso.
«He leído detenidamente la sentencia de 132 páginas y opino que el Alto Tribunal se equivocó al llegar a esta conclusión», fueron las palabras del fiscal general Abraham Keetshabe con las que anunciaba el recurso a la histórica despenalización. Dos años después, el tribunal de apelaciones ha comenzado a estudiar el recurso, después de que el pasado 12 de octubre tuviera lugar la audiencia a las partes. Un proceso que, de resultar favorable a la apelación, pone en peligro los derechos de la comunidad LGTBI de Botsuana.
Representantes del Grupo de Defensa de los Derechos Humanos de Lesbianas, Gais y Bisexuales de Botsuana (LEGABIBO) se muestran sin embargo confiados. «La comunidad LGBTIQ está muy emocionada y espera que el asunto quede resuelto. Este es un gran paso en la dirección correcta para cambiar el sistema y reformar las leyes y políticas para garantizar que las comunidades LGBTIQ no solo disfruten de su derecho a ser humanas, sino que también disfruten de protección legal contra la discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de género», ha indicado su presidente, Thato Moruti.
Según LEGABIBO, la sentencia de 2019 ya ha provocado un cambio positivo en Botsuana. La organización cita una encuesta del Afrobarómetro realizada poco después de la decisión que registró un aumento de 10 puntos porcentuales en las actitudes tolerantes hacia las personas LGBTIQ.
Un avance que puede estar en peligro pese a los pocos argumentos que esgrime el ejecutivo botsuano para revocar esta decisión. Botsuana es de los pocos países africanos que ha despenalizado en años recientes las relaciones entre personas del mismo sexo, junto a Angola, Gabón, Mozambique y Seychelles. Namibia también está dando pasos en ese sentido. Aun así, buena parte del continente mantiene leyes que las criminalizan, en muchos casos mediante disposiciones heredadas de la época colonial. Un caso especial es el de Sudáfrica, donde a pesar de la LGTBIfobia social el marco jurídico es favorable a los derechos LGTBI, con una Constitución que prohíbe expresamente la discriminación por orientación sexual y donde el matrimonio igualitario es legal desde 2006.