Festival de Eurovisión 2022: ¿quién ganará?, ¿Chanel con «SloMo» quizá? ¿Reino Unido, Suecia, Ucrania?
Por primera vez en más de dos décadas, España es una de las grandes favoritas del Festival de la Canción de Eurovisión. Las casas de apuestas sitúan al «SloMo» de Chanel en quinta posición y, tras publicarse el vídeo completo de la impresionante actuación, sería absurdo augurar un resultado peor. De hacerse finalmente realidad, hablaríamos de nuestro mayor logro desde 1995, cuando Anabel Conde quedó segunda con el sorprendente «Vuelve conmigo».
Pero ¿podemos incluso aspirar a más? ¿Puede Chanel ser la tercera ganadora española de la historia del concurso, tras los pasos de Masiel («La la la», 1968) y Salomé («Vivo cantando», 1969), y por tanto la primera en más de medio siglo? Pues, contra todo pronóstico, sí: Ucrania («Stefania», Kalush Orchestra), Suecia («Hold Me Closer», Cornelia Jakobs), Reino Unido («Space Man», Sam Ryder) e Italia («Brividi», Mahmood & BLANCO) van en principio por delante, y son excelentes propuestas, pero ninguna ha logrado desmarcarse del resto. Ni generar el entusiasmo que despierta nuestra representante, nuestra estrella, con cada aparición.
Frente al sinfín de (bellas) baladas que tenemos este año, Chanel ofrece todo un espectáculo, uno además muy coherente (¿por qué no iba a sacar un abanico, si está asfixiada?) y que ella ejecuta a la perfección. El dance break es uno de los puntazos de la edición y sin duda dejará boquiabierta a media Europa el sábado. Sin embargo, no conviene jugarse demasiado: la victoria es, por una vez, posible, que no por ello probable: los pros están claros y los contras también. Por un lado, los nervios, sumados a la dificultad de la actuación, pueden jugar a la actriz y cantante cubano-española una mala pasada vocal (no deberían, porque más no pueden habérselo currado su equipo y ella, pero a veces la vida no es justa); por otro, «SloMo», como canción, es pasable, una mera excusa para todo lo demás. Y, ante todo, estamos ante una competición de canciones.
Dicho esto, tenemos nuestra mejor representante en décadas y podemos estar orgullosos. Como también pueden estarlo, en mi opinión, las gentes de Armenia («Snap», Rosa Linn), Estonia («Hope», Stefan), Islandia («Með hækkandi sól», Sistur), Países Bajos («De Diepte», S10), Portugal («Saudade, saudade», Maro) y República Checa («Lights Off», We Are Domi), independientemente del resultado final. La diversión, eso sí, la pondrá Rumanía con el muy gay «Llámame» de WRS. Ganar está muy bien, pero dejar una buena actuación para la posteridad ya es un triunfo. En cualquier caso, la final al completo promete, ¡no os la perdáis!