El cine LGTB del 70º Festival de San Sebastián: críticas de «Sublime», «Peter von Kant», «Mi vacío y yo», «Winter Boy», «Rainbow», «Pornomelancolía», «Something You Said Last Night», «Pacifiction», «Dos estaciones», «La amiga de mi amiga», «Carbón», «Un varón» y «My Way Out»
El cine LGTBIQ del 70º Festival de San Sebastián ha sido cuantioso, pero han faltado las grandes películas a las que nos tiene acostumbrados uno de los certámenes audiovisuales que más apuestan por las identidades no normativas. Claro que quizá no haya sido culpa del evento, sino de un año que, en este sentido, se antoja olvidable.
Sublime es demasiado sencilla, pero muy bonita. Mariano Biasin firma una luminosa obra de autodescubrimiento y extrae bellas interpretaciones de los jovencísimos Martín Miller y Teo Inama Chiabrando. La música de Emilio Cervini pone la guinda al pastel. Premio Sebastiane Latino.
En Peter von Kant, François Ozon aporta su personal estilo a Las amargas lágrimas de Petra von Kant, clásico de Rainer Werner Fassbinder. Irónica, elegante, ágil y muy gay. Estupendo Denis Menochet en un papel opuesto al de As Bestas. El 14 de octubre en cines.
Tras Sedimentos, Adrián Silvestre vuelve a desgranar la identidad trans patria en Mi vacío y yo, con una entregada Raphaëlle Pérez. Ambos firman el honesto guion junto al siempre sensible Carlos Marqués-Marcet de 10.000 Km. Ya en cines.
El infravalorado Christophe Honoré tiene en Winter Boy un proyecto curioso, encantador y muy personal en torno al duelo. Paul Kircher encarna al protagonista con honestidad, bien secundado por Vincent Lacoste y Juliette Binoche. Ojo al vibrante tratamiento musical. Premio a la mejor interpretación protagonista (S.O.).
Rainbow parte de El mago de Oz (más o menos) y desemboca en un absurdo. Paco León ofrece sorpresas divertidas, pero se queda a medio camino en el plano visual y solo borda los momentos musicales. Carmen Maura y Carmen Machi, juntas, deberían ser una fantasía y se quedan en anécdota. En Netflix.
Con Pornomelancolía, Manuel Abramovich profundiza en la salud mental de la industria del porno y otros temas tabú. Es algo reiterante, pero relativamente interesante. Lalo Santos lo da todo, pero es lamentable que, durante el rodaje, se sintiera tan expuesto como su personaje. Premio a la mejor fotografía (S.O.).
Luis De Filippis explora la identidad trans con realismo en Something You Said Last Night y ofrece alguna que otra instancia simpática de vida familiar, pero los personajes son poco atractivos. Premio Sebastiane.
Con Pacifiction, Albert Serra vuelve a confirmar que, ante todo, es un cineasta diferente. La hermosa ambientación y el potente trabajo de Benoît Magimel garantizan la atención a pesar de la deliberadamente difusa narrativa. Ya en cines.
Con Dos estaciones, Juan Pablo González deconstruye sutilmente la identidad de género en el cruel y solitario pero bello México rural. No es apta para impacientes, pero algunos planos son sobrecogedores. Soberbia Teresa Sánchez.
La amiga de mi amiga es el humilde homenaje de Zaida Carmona (guionista, directora y protagonista) al cine de Éric Rohmer. La falta de presupuesto es evidente, pero hay buenas ideas y un humor encantador.
En Carbón, Carolina Markowicz ofrece un inesperadamente simpático retrato del Brasil rural con toques de thriller. Bastante interesante.
Con Un Varón, el debutante Fabián Hernández Alvarado profundiza en la masculinidad tóxica de Colombia. Drama algo obvio, pero tenso y honesto. En Movistar+ (alquiler).
Con My Way Out, Izaskun Arandia da la voz a Vicky Lee, propietaria del club trans de Londres The Way Out, así como a visitantes del mismo, que reflexionan sobre sus problemas pasados. Documental sincero, pero optimista.
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