27º LesGaiCineMad: críticas de «Blue Jean», «Lobo e Cão», «Fogo-Fátuo», «Casa Susanna», «Unidentified Objects», «Słoń», «La amiga de mi amiga», «Wildhood», «Nunca seremos parte», «Proyecto fantasma», «Something You Said Last Night», «You Can Live Forever», «Los agitadores», «Framing Agnes», «Três Tigres Tristes», «Where Butterflies Don’t Fly», «Pornomelancolía», «Les meilleures», «Lonesome», «De noche los gatos son pardos», «Demà ho deixem» y «Son»
La 27ª edición del LesGaiCineMad ha ofrecido un buen puñado de títulos de interés, y eso que el 2022 no es especialmente destacable a nivel LGTBIQ.
Blue Jean es dolorosa, pero también tierna, esperanzadora y muy real. Estupendo debut de Georgia Oakley como guionista y directora, y de Rosy McEwen como protagonista. Sus 11 nominaciones a los BIFA son justísimas; sus premios a la mejor película (del jurado y del público) y el mejor guion del LesGaiCineMad, también. La distribuye Filmin.
La delicadeza narrativa y la exaltación de lo queer convierten Lobo e Cão en una joyita. São Miguel, una isla en medio del Océano Atlántico, sirve de inusual escenario. Merecido premio a la mejor dirección para Cláudia Varejão.
Fogo-Fátuo es otra arriesgada propuesta artístico-gay de João Pedro Rodrigues, esta vez en clave de (absurda) comedia musical. No llega a la grandeza de El ornitólogo, pero está llena de referencias evocadoras. La distribuye Vitrine.
A mediados del siglo pasado, en lo más profundo de la campiña estadounidense, una casita de madera fue el hogar de la primera red clandestina de travestis. Tras Una niña, Sébastien Lifshitz ofrece otro tesoro LGTBIQ con Casa Susanna. Premio al mejor documental del LesGaiCineMad.
Unidentified Objects es emocionante. Qué película tan mágica y tan distinta ha construido Juan Felipe Zuleta. Y qué personajes tan auténticos interpretan Sarah Hay y Matthew Jeffers. Cine LGTBIQ que se atreve a ir más allá y representar lo nunca representado. Estuvo en Sitges y ahora en el LesGaiCineMad, aunque fuera de concurso. Para volver a ella cuando se necesite un poco de verdad.
Słoń, primer largo de Kamil Krawczycki, es una película de autodescubrimiento que siento haber visto ya, pero estar ambientada en Polonia, uno de los países más homófobos de Occidente, le otorga un valor añadido. Y bravo por ofrecernos dos protagonistas sin clichés. Mención especial del jurado.
La amiga de mi amiga, único título español de la S.O. del LesGaiCineMad, no esconde su humildad, sino que la celebra, deviniendo una comedia de enredo entre amigas con toques desternillantes. Zaida Carmona, enamorada de Rohmer, firma el guion junto al inconfundible Marc Ferrer. Mención especial del jurado.
La Wildhood del canadiense Bretten Hannam es una road trip sensible y encantadora sobre el poder del amor y la necesidad de encontrar un lugar en el mundo. Interesante tratamiento de las personas de dos espíritus. Una joyita que pasó por el Festival de Toronto.
En Nunca seremos parte, ópera prima de Amelia Eloisa, una joven sorprendida por la nueva relación de su madre con otra mujer empieza a replantearse su propia identidad. Película realista, sincera y delicada, sin aspavientos, para celebrar la diversidad.
El Proyecto fantasma del chileno Roberto Doveris es un simpático relato generacional con un toque fantasmagórico. Se queda a medias, pero es interesante. Juan Cano se llevó la mejor actuación del BAFICI.
La ganadora del Sebastiane a la mejor película LGTBIQ del Festival de San Sebastián fue Something You Said Last Night. Fresco ejemplo de cine trans con mirada auténticamente trans: la de Luis De Filippis. Mejor interpretación del LesGaiCineMad para Carmen Madonia.
Premiada con el Teddy Award en la última Berlinale, la brasileña Três Tigres Tristes, sigue a tres personajes extravagantes con suma originalidad. Cabe esperar mucho de Gustavo Vinagre. Disponible en Filmin.
Escrita y dirigida por Sarah Watts y Mark Slutsky, la canadiense You Can Live Forever se adentra en una comunidad de testigos de Jehová para contar un tierno (y prohibido) romance lésbico. Se queda en la superficie, pero es agradable.
En Los agitadores, Marco Berger sigue la senda de Taekwondo: un grupo de hombres atractivos entre desnudos y semidesnudos en cuya heterosexualidad hay irónicamente sumo homoerotismo. Todo se antoja repetido y poco sutil, aunque entretenido.
Con Framing Agnes, Chase Joynt da vida a seis historias procedentes de los archivos de la clínica de género de UCLA en los 50, apoyado en personalidades como la Angelica Ross de Pose. La idea es mejor que el resultado, pero el interés es innegable.
El cartel más feo que he visto en mi vida. Peor aún, considerando que esa gente amargada de abajo no sale ni dos minutos. Por lo demás, Where Butterflies Don’t Fly, del checo Roman Nemec, es bastante absurda: dos tipos sexis atrapados bajo tierra que ni se despeinan. Pero es entretenida, y lo cierto es que se agradece el cine gay de género.
Con Pornomelancolía, Manuel Abramovich profundiza en la salud mental de la industria del porno y otros temas tabú. Es algo reiterante, pero relativamente interesante. Lalo Santos lo da todo, pero es lamentable que, durante el rodaje, se sintiera tan expuesto como su personaje.
La ópera prima de Marion Desseigne-Ravel, Les meilleures, es modesta y realista, un retrato honesto de un barrio obrero y multirracial, con un romance en el centro.
Craig Boreham firma con Lonesome un retrato crudo, sexual y sorprendentemente romántico de la soledad gay, a través de un personaje dañado con el que, de un modo u otro, muchos se sentirán identificados. Se vio también en el Asian Film Festival.
La suiza De noche los gatos son pardos es un original ejercicio de cine dentro del cine y celebración de la sexualidad. Valentin Merz sorprende, pero, salvo harta paciencia, también satura.
En el corto Demà ho deixem, David Moragas, que presentó A Stormy Night en este mismo certamen, retrata una pareja rota con realismo y sensibilidad. Las miradas de Lluís Marquès y David Teixidó son pura honestidad.
Bien interpretado por Patricia López Arnaiz y Ale Colilla, Son es el primer cortometraje como directora de la actriz Marta Nieto, que ya está preparando la adaptación al largo: La mitad de Ana, una película que promete ser importante para nuestro cine.