El Parlamento de Finlandia aprueba la reforma de la Ley Trans para permitir la autodeterminación de género
El Parlamento de Finlandia ha aprobado la reforma de su muy restrictiva ley de identidad de género para permitir la autodeterminación en lo que respecta al cambio de sexo registral. Un paso de gigante en una situación de partida en la que se exigía, entre otros requisitos, que se probase la esterilidad. Sin embargo, incluso desde la misma coalición de Gobierno ha habido votos contrarios a la reforma, que solo puede aplicarse a los mayores de 18 años. Tampoco se ha modificado el estricto protocolo sanitario a seguir en los procesos de reasignación de género.
El pasado 1 de febrero el Parlamento de Finlandia aprobaba la modificación de la Ley Trans vigente desde 2003, por una mayoría de 113 votos a favor y 69 en contra. La propuesta de enmiendas partía de la coalición de Gobierno, aunque había sido precedida por una petición popular, que finalmente fue rechazada.
Con la reforma de la Ley Trans, que tomará efectos el próximo 1 de marzo, bastará una declaración de las personas interesadas para que se proceda a la modificación del género registral. Sin embargo, sigue siendo solo aplicable a mayores de 18 años y no afecta al estricto protocolo sanitario en los procesos de reasignación de género, que no se ha reformado.
En septiembre de 2021, se presentó al Parlamento una iniciativa popular llamada «Derecho a ser», que consiguió reunir más de las 50.000 firmas necesarias. La propuesta de reforma de la modificación del género registral era más ambiciosa, incluyendo a los menores de edad, pero fue finalmente rechazada en las comisiones parlamentarias y el pleno.
Sin embargo, sirvió para que por parte de la coalición de Gobierno encabezado por la socialdemócrata Sanna Marin, firme defensora de la reforma, se presentara posteriormente el proyecto de enmiendas ahora aprobado. Fue presentado en sede parlamentaria el 22 de septiembre de 2022, siendo primeramente valorado por la comisión de Asuntos Sociales y Sanidad donde, sorpresivamente, el Partido del Centro (miembro de la coalición de Gobierno) votó en contra. La primera ministra Marin les acusó de violar las normas acordadas en el Gobierno. Aún así, consiguió poder ser llevado ante el pleno del Parlamento, excluyendo a los menores de edad e incluyendo, a petición del conservador Partido de la Coalición Nacional, una enmienda para que no pueda realizarse más de una solicitud de cambio de género al año. También se instaba al Gobierno para que considerase la regulación del cambio de género registral para los menores de edad.
La reforma fue aprobada en primera lectura el 24 de enero, en segunda lectura el 31 de enero y en una definitiva tercera lectura el 1 de febrero, con el apoyo de 113 votos a favor y 69 en contra. Todos los diputados de los partidos de la coalición de Gobierno votaron a favor, excepto los del Partido del Centro, que podían votar en conciencia y que lo hicieron mayoritariamente en contra (13 votos contrarios y 12 a favor). En cuanto a los partidos de la oposición, todos sus representantes votaron en contra excepto los del Partido de la Coalición Nacional (26 votos favorables y 10 contrarios).
Según denuncia Kerttu Tarjamo, secretaria general de SETA, la más importante asociación LGTBI finlandesa, durante el proceso de aprobación de la reforma tuvo lugar una fuerte campaña contra la ley llena de retórica tránsfoba. «Dijeron que esto abriría las puertas para que los hombres cisgénero acosaran a las mujeres en los vestuarios o argumentaron sobre las prisiones», afirmó Tarjamo. Han seguido, pues, la tónica habitual para enfrentarse a los derechos de las personas trans en todo el mundo, desde la extrema derecha estadounidense al pseudofeminismo transexcluyente en España.
Situación de partida
La normativa que estaba en vigor hasta la reforma era la Ley Trans de junio de 2002, que entró en vigor el 1 de enero de 2003, y que exigía lo siguiente para modificar el género registral:
- Proporcionar evidencia médica de que él o ella siente permanentemente que él o ella pertenece al género opuesto y que él o ella está viviendo en el rol sexual correspondiente y que él o ella ha sido esterilizado o es infértil de otra manera.
- Ser mayor de edad.
- Ser ciudadano finlandés o tener permiso de residencia en Finlandia.
Reformas legislativas posteriores, de carácter puntual, aclararon que el tipo de pruebas médicas que se consideraban necesarias consistían en una evaluación y un diagnóstico psiquiátricos. La infertilidad causada por la terapia hormonal podía considerarse esterilización suficiente. Sin embargo, dentro del protocolo sanitario se exigía la recomendación de un psiquiatra del sistema público de salud para autorizar el tratamiento hormonal. Algunas personas trans que no consiguieron esa recomendación se vieron obligadas a someterse a esterilizaciones quirúrgicas en la medicina privada para que se les permitiera cambiar el género registral.
En el texto original, no se permitía el cambio de género registral a las personas casadas. Posteriormente, se permitió, pero con la autorización del cónyuge, dado que implicaría la disolución del matrimonio porque en aquellas fechas aún no se había aprobado el matrimonio igualitario. Cuando se aprobó, se eliminó ese requisito y solo se estableció que el cónyuge debía ser informado oficialmente del cambio registral.
Situación actual
Tras la reforma, los requisitos y protocolo a seguir para el cambio de género en la Agencia de Servicios de Datos Digitales y de Población son los siguientes:
- Ser mayor de edad.
- Ser ciudadano finlandés o tener un permiso de residencia.
- Dirigir una solicitud de modificación del género registrado a la Agencia de Servicios de Datos Digitales y de Población, acompañada de una declaración del género al que se siente perteneciente permanentemente.
- Trascurridos 30 días y antes de que pasen 6 meses, confirmar la solicitud.
Cumplidos esos requisitos, la Agencia de Servicios de Datos Digitales y de Población resolverá favorablemente, procediendo a cambiar el dato del género e informando a las personas solicitantes de los cambios que se producirán, como la emisión de un nuevo documento de identidad.
La reforma también ha establecido que se cambie la condición de padre o madre en los libros de familia, pero solo podrá hacerse a partir del 1 de marzo de 2024.
Sin embargo, la reforma solo ha afectado al cambio del género registral, sin que se haya modificado el protocolo a seguir para los tratamientos médicos que las personas trans requieran, aprobado en 2020. Esos protocolos dan prioridad a las terapias psicosociales, y no permiten el tratamiento hormonal o las cirugías de reasignación a menos que «la disforia asociada a la identidad de género sea persistente (mayor de 2 años), que la persona pueda describir de forma coherente cómo la disforia le perjudica en situaciones cotidianas y que pueda establecerse de forma fiable que la disforia perjudica su vida social o su carrera profesional o le causa un sufrimiento significativo». Hasta los 25 años, la terapia psicosocial será la opción casi exclusiva, permitiéndose algún tipo de tratamiento médico de manera excepcional y «caso por caso».
Aún con todas sus limitaciones, la apertura a la autodeterminación de género es un paso de gigante para los derechos trans en Finlandia.